La evolución en el fitness es constante, y cada día aparecen nuevas técnicas de entrenamiento y realización de rutinas. Muchas de estas modas son pasajeras y duran poco, pero existe una nueva forma de hacer deporte que está causando furor entre un sector, se trata del entrenamiento funcional, una forma de adaptación de los entrenamientos a la realidad de cada persona. Una técnica que deriva de las rutinas utilizadas por los fisioterapeutas en sesiones de rehabilitación que cada vez cobra más vida en nuestros gimnasios.
En este post vamos a acercar simplemente los principios básicos de este entrenamiento para comenzar a conocerlo, ya que el entrenamiento funcional es algo más complejo de lo que a priori parece. Con este tipo de entrenamiento lo que se intenta es realizar ejercicios y movimientos lo más parecido posible a las posturas y rutinas que realizamos en nuestro día a día. Lo que se quiere es trabajar los músculos mediante la imitación de nuestra cotidianidad, para ello cada rutina funcional va a estar focalizada para cada persona y sus características concretas.
A la hora de llevar a cabo las rutinas en el entrenamiento funcional lo que se utilizará será nuestro propio peso así como aparatos específicos que nos permitan realizar con total normalidad las diferentes rutinas. Todos los ejercicios del entrenamiento funcional imitan los movimientos cotidianos que realizamos al trabajar, movernos, levantar un peso… Este entrenamiento lo que busca es la utilidad para el usuario, ya que en nuestra vida no somos atletas ni deportistas de élite, por lo que la filosofía de este entrenamiento se centra en que a la hora de ejercitar los músculos esto nos sirva para algo, mejorar nuestro día a día y con él los hábitos de vida. El entrenamiento funcional lo que hace es trabajar los músculos de manera diferente, ya que permite movimientos en los tres planos espaciales, al igual que los movimientos que realizamos de forma cotidiana, en contra de los ejercicios más convencionales de fitness que trabajan los diferentes músculos en un plano fijo cada vez. Esta naturalidad en el movimiento es lo que hace especial a este tipo de entrenamiento. A causa de esta libertad de movimiento es importante que controlemos a la perfección las diferentes rutinas funcionales, ya que si no lo hacemos bien podemos lesionarnos al implicar tantos músculos en cada movimiento.
Lo que se pretende con este tipo de entrenamiento es ganar estabilidad corporal, mejorar la postura en todos los aspectos y así prevenir posibles lesiones derivadas de posturas arriesgadas. Al realizar movimientos naturales lo que haremos será enfatizar y mejorar las habilidades naturales del cuerpo para moverse en cada situación. Es una forma de entrenamiento muy recomendable para todos, pues nos ayudará a mejorar poco a poco.