Según una investigación de Waitzberg (2000), el balance nitrogenado (BN) corresponde a la diferencia entre la cantidad de nitrógeno ingerido y el valor excretado por la orina y
heces. Este valor puede ser positivo, negativo o igual a cero, siendo este un valor referencia una evolución nutricional de la persona. Estimar el nitrógeno ingerido y el nitrógeno perdido son referencias para estimar el BN. En las situaciones donde ocurre carencia proteica, hay, también, reducción intracelular del tenor de aminoácidos libres, tanto esenciales como no esenciales, y disminución de la excreción urinaria de nitrógeno, resultando en una menor pérdida orgánica de proteína. En esa situación clínica, se requiere una menor cantidad ingerida de nitrógeno para recuperar el equilibrio nitrogenado, pero, cuando la oferta proteica es mayor, el balance de nitrógeno se hace positiva más rápidamente. Una mayor positividad del balance nitrogenado ayuda a una recuperación más rápida del tenor de aminoácidos libres, sobre todo en el hígado.
Un estudio realizado utilizó una dieta con proteína de soja como fuente, en 19 personas. El estudio analizó solamente a personas sin evidencias clínicas de disminución de la digestión de nutrientes o de la capacidad de absorción, durante un periodo de tres semanas para cada persona, y esa dieta fue administrada como fuente nutricional.
Tal estudio demostró que 100% de las personas presentaron balance nitrogenado positivo y elevación en los niveles séricos de albúmina y linfocitos circulantes. También se presentó una excelente aceptación y adhesión de la dieta y no hubo ningun caso comprobado de alteración en la función hepática o renal.
Mucho se sabe de las funciones de la proteína en el organismo, sobre los valores recomendados, las alteraciones bioquímicas derivadas del exceso o de la supresión de la ingestión proteica, sobre la proteína más abundante del plasma y la desnutrición proteico-calórica.
Actualmente las investigaciones se vinculan al aspecto cualitativo de la proteína, relación de aminoácidos esenciales y el mejor aprovechamiento por el organismo.
El auxilio de aminoácidos es determinante en la calidad de respuesta a infecciones por ejemplo. La respuesta inmunológica depende de la replicación celular y de la producción de proteínas biológicamente activas y esto requiere una entrada adecuada de este macronutriente por la dieta. Como resultado, las diferentes cantidades y tipos de proteínas, como la asociación entre caseinato de calcio, proteína aislada del suero de la leche y proteína aislada de soja, están indicadas para atender mejor a las necesidades de los grupos específicos con demandas diferenciados asociados a las condiciones fisiológicas específicas.
La asociación de este mix proteico proporciona un excelente perfil aminoacídico, factor fundamental para la reversión del cuadro de balance nitrogenado negativo, utilizando proteínas de calidad y alto nivel de digestión.
Via: masmusculo