Todo aquel que trabaje en el mundo de la salud no puede escapar de la pregunta “¿Qué piensas de la dieta Dukan?”, en mi caso me lo vienen preguntando casi a diario así que, desde el punto de vista que me corresponde, el de entrenador, opino.
El tema no es fácil, necesitaría demasiada extensión para hablar de los detalles, pero voy a tratar de resumir para que queden las ideas generales.
Basta con ver algunas de las valoraciones de los médicos y nutricionistas para ver que no hay acuerdo sobre si merece la pena o no, pero alguna cosas estás claras. La dieta no es sana, pero funciona ¿qué es más insano, padecer sobrepeso u obesidad, o someter al cuerpo a un periodo de dieta desequilibrada?
La dieta dukan, sin obedecer a los cánones de salud a los que estamos acostumbrados, ha conseguido que millones de personas en el mundo hayan perdido mucho peso, y aunque muchos doctores tildan esta dieta de insana, sus seguidores están más sanos después de haberse quitado esos 10 kilos que antes, eso es innegable. En una sociedad con sobrepeso, este es un punto muy positivo. La dieta no es saludable en sí, pero sí los resultados a corto plazo.
Casi el 100% de doctores y nutricionistas comentan que esta dieta puede provocar enfermedades por sobrecargas renales o hepáticas, pero con los análisis médicos adecuados se puede controlar. Sin embargo no creo que ni el 1% de sus seguidores se someta a estos controles, por eso algunos de sus adeptos sufrirán alteraciones en su salud a medio plazo. Ya depende de cada uno valorar si es positivo este beneficio de muchos a cambio de perjuicio de unos pocos.
Aún así, hay una parte importante de exageración en esta dieta, cualquier persona que de repente deje de comer hidratos perderá inmediatamente entre 2 y 5 kilos de agua, necesarios para mantener el glucógeno dentro del cuerpo. Esa agua, y por tanto ese peso se recuperará en el mismo momento en que normalice de nuevo la dieta. Además ese líquido perdido es intramuscular, por lo que tras un par de días sin hidratos, los músculos pierden tono y cogen ese aspecto blando de globo pinchado.
Para los que hacemos deporte de forma regular, esta dieta es inapropiada a todas luces, porque además de reducir el tono muscular, que es lo contrario de lo que buscamos, impide que el cuerpo disponga de energía suficiente para hacer esfuerzos intensos, ya cualquier esfuerzo anaeróbico necesita consumir glucógeno muscular, y si este no existe, estaremos carentes de fuerza y por tanto no podremos entrenar a un nivel suficiente como para que el entrenamiento produzca una mejora corporal. Claramente, bajaremos el rendimiento.
Mi opinión: si eres un señor o una señora de cierta edad que tiene sobrepeso y no te planteas perderlo con ejercicio, que sería lo más sano, puedes hacer esta dieta, pero siempre con un control médico, si no quieres jugar a la ruleta rusa de la salud. Y si eres un/una joven deportista, ni te la plantees, dará un paso atrás en prácticamente todas tus cualidades físicas, como resistencia, fuerza, potencia, etc.
Por: Juan Rallo
Fuente: Ejercicios y Fitness