LA VERDAD SOBRE LA LECHE I

Revisando artículos y textos sobre la leche y sus derivados encontré más que evidencias, sino, formulaciones sustentadas sobre los efectos negativos en nuestro organismo por el consumo arbitrario de los lácteos.
No se trata de dejar de tomar lácteos sino el de informar como a través de otras fuentes naturales se puede obtener calcio sin alterar el equilibrio de nuestro organismo.
Cada persona es libre de formar opinión y sacar conclusiones sobre el particular pero considero necesario publicar este documento, pues tiene que ver directamente con una nutrición sana y saludable.
Por David Román
A pesar de los constantes esfuerzos de la industria láctea por promocionar la leche como alimento saludable, tanto sus proteínas, como sus grasas, sus azúcares, sus hormonas y sus contaminantes han sido asociados por los investigadores con una sorprendentemente extensa lista de problemas de salud. Fruto de un exhaustivo trabajo de documentación, en este libro se analiza con detalle cada uno de esos problemas a la luz de los conocimientos actuales, incluyendo referencias científicas de primer orden. Unos datos más que suficientes para motivar un cambio radical en la visión que tiene la sociedad de este producto, probablemente el alimento más sobrevalorado.
EL LADO SECRETO DE LA LECHE
La Fábula de la Leche y los Niños, la Osteoporosis y los Suplementos de Calcio
Por Sacha Barrio Healey
Una de las pocas áreas de la nutrición en la que la sociedad ha puesto especial interés y cuidado es en el calcio, quizá como parte del instinto maternal de alimentar a los hijos y luego como un amamantamiento condicionado en la psique. Se cuida tanto a los niños en crecimiento como a las mujeres que peligran de osteoporosis. Lamentablemente, existe un enorme malentendido sobre el calcio y la ignorancia popular hace que se ocasionen más problemas que soluciones.
El mito formado alrededor del Calcio es tan descomunal que ante el temor de estar carente de este importante mineral, la gente recurre a los suplementos que se expenden en las farmacias y/o al consumo de leche de vaca. Los adultos pagan abusivos precios por sus tabletas, y los menores son forzados a beber varias tazas de leche al día; en ambos casos para el detrimento de su salud.
De todas las fuentes de calcio que ofrece la naturaleza, estas dos, las favoritas de la industria farmacéutica y la industria de lácteos, están muy lejos de ser la mejor opción a considerar.
Sin embargo, las estadísticas nos dicen que el 68% de la población está carente de Calcio en su dieta. Así mismo la tasa de pérdida de masa ósea en la mujer moderna es mucho más elevada que la de nuestros ancestros, aun cuando no tenían tabletas de Calcio o Terapia de Restitución Hormonal (TRH).
La vasta mayoría de los suplementos de calcio que conseguimos en las farmacias lo contienen bajo la forma de carbonato de calcio. El consumidor debe darse el trabajo de leer lo que dicen las letras pequeñitas, bajo ingredientes. Debe saberse que el carbonato de calcio es el nombre técnico con el que se disfraza a la tiza. Es la fuente más barata de calcio porque se obtiene de minas de piedra caliza; por lo tanto, es una fuente mineral e inorgánica, y no está presente en animal o planta alguna. La tiza tiene el inconveniente de ser muy mal absorbida por el organismo, incrementa el riesgo a formar cálculos renales, o bultos de calcificaciones en las mamas, y además puede depositarse en las articulaciones contribuyendo a la artritis. Su eficiencia como suplemento ha sido seriamente cuestionada, ya que incluso existen estudios donde se demuestra que fue mayor la pérdida de calcio en la orina de mujeres que tomaban este suplemento, con lo cual perdieron más calcio del que ingerían.
Así mismo, la mayoría de los suplementos de tiza no han sido debidamente refinados y contienen niveles tóxicos de plomo. Aparte de estos efectos adversos, la tiza tiene una muy pobre absorción en el cuerpo; por ejemplo, se ha demostrado que 5OO mg de citrato de calcio tienen mucho mejor absorción que 2000 mg de carbonato de calcio.
En el Perú, casi todo el calcio que se obtiene como suplemento, incluyendo el que distribuye el seguro social, es en forma de carbonato de calcio. Después de consultar en una farmacia local, no se encontró un solo suplemento que no fuese carbonato de calcio, aunque en teoría en el mercado también existen otras presentaciones:
Gluconato y lactato de calcio: se dice que tiene niveles «permisibles» de plomo.
Clorhidrato de calcio: no recomendado, ya que irrita el tracto digestivo y está contraindicado en casos de insuficiencia renal.
Citrato de calcio: es la presentación más disponible, inhibe la formación de cálculos renales y baja la presión arterial. Como suplemento es el único que puede recomendarse (Quick Access. A guide to conditions herbs and supplements).
Por otra parte, el culto a la leche es el mito más grande y difícil de romper en la psique colectiva. Tanto se nos ha lavado el cerebro con la «importancia» de la leche, que quizá pasará mucho tiempo antes de que la población tome una perspectiva más equilibrada y objetiva sobre el tema.
Sin lugar a dudas, es importante incluir en la dieta adecuados niveles de calcio, pero el tema es más complejo de lo que parece. ¿Qué es lo que pone el calcio en los huesos y qué lo retira? Podemos estar consumiendo suficientes cantidades de calcio, pero no necesariamente lo estaremos absorbiendo. También hay personas que continuamente están en proceso de descalcificación, aun cuando consuman suficiente calcio en la dieta. Esto nos lleva al tema del factor acidez y la acidosis de la sangre.
La acidosis de la sangre es un mal muy difundido en la sociedad moderna. Las personas con mala dieta –que son la inmensa mayoría de la población– tienen un excesivo nivel de acidez en la sangre debido a que su dieta es rica en carnes animales, azúcares, harinas refinadas, bebidas gaseosas, lácteos, alcohol y cigarrillos. Muchas personas consideran que tienen una buena dieta, y que sus síntomas se deben a cosas tales como el estrés, cuando en realidad lo que padecen es una crónica acidificación de su sangre.
La sangre debe tener un pH ligeramente alcalino (7,3 a 7,5); cuando no se logra este pH alcalino, y no hay los álcalis suficientes, el organismo lo obtiene de huesos, uñas o tejidos esenciales. La función del calcio es neutralizar y restablecer el pH del cuerpo. Cuando se consume un exceso de comida acidificante, nuestras reservas de calcio de los dientes y huesos son llamados para corregir este desbalance. Las dietas ricas en ácidos (carnes y azúcares) hacen que continuamente utilicemos nuestras reservas de calcio; es como si sumergiéramos nuestros huesos en vinagre y los expusiéramos a una continua corrosión y desmineralización.
Las principales comidas que producen acidosis son las proteínas, en particular las de origen animal. Se ha calculado que por cada 10 gextra de proteína animal que se consumen, 100 mg de calcio son perdidos en la orina. La dieta característica del hombre moderno deriva el 90% de sus calorías de comidas acidificantes. Por ejemplo:
-La miel es alcalina y el azúcar blanca es altamente acidificante.
-Los granos más alcalinos son el arroz integral, el trigo, el mijo, -mientras que la harina blanca es altamente acidificante.
-Las carnes y embutidos son acidificantes.
-Los aceites prensados en frío son alcalinos, mientras que los aceites “vegetales” industriales son altamente toxicas, mutagénicas y cancerígenas.
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