Según el orden etimológico de la palabra “dieta”, de origen griego diaita, que pasa al latín como dioeta, siendo su significado: régimen de vida.
Jamás he pretendido ser un nutricionista con titulo y cuando hablo con clientes, amigos o formulo alguna recomendación, mas bien lo hago para tratar de regular lo que no esta bien. Por supuesto con una base científica y con apoyo de mis libros.
Mis fuentes si son técnicas, veraces y de gran contenido nutricional y por los mas de treinta años de experiencia en este mercado, si así quiere llamársele, he observado, que ese régimen de vida arriesga en gran manera y por falta de información o malas sugerencias, la salud integral de las personas, cuando se aplican dietas desequilibradas.
El patrón a seguir y de manera muy constante es consumir carbohidratos, proteínas y grasas. De manera permanente yo me amparo en la pirámide alimenticia, porque desde allí se suple el 90% de las necesidades básicas nutricionales del cuerpo humano.
Muchos no le dan el cuidado que merece el agua, siendo un liquido vital que no solo regula la temperatura corporal, tambien ejerce otras funciones básicas, especialmente cuando se trata de bajar de peso.
Hoy en día, comercialmente escucho a menudo, el comentar que un batido en la mañana, un almuerzo normal y moderado y otro batido por la noche, hacen milagros. Grave error.
Ningún suplemento tiene la potestad de ser tan siquiera paralelo a una rica y nutritiva comida. Además un batido satisface momentáneamente, y si usted practica ejercicio, como que el hambre se hace más severa.
Por experiencia y como reglas generales, yo le recomiendo lo siguiente:
- Conozca, analice y repase y elija alimentos incluidos en la Pirámide Alimenticia.
- Modere el tamaño de las porciones.
- Cocine de forma más hervido, más cocido, más asado y menos frito.
- Haga su menú de acuerdo al gusto de su paladar.
- Ingiera cuatro o cinco comidas pequeñas y bien balanceadas. Esto acelerara su metabolismo, aprovechara una mayor cantidad de nutrientes y facilitará la eliminación de grasa.
- Limite el azúcar y las harinas refinadas y la sal, esto no significa eliminarlas, porque también juegan un papel importante en su metabolismo.
- Sea creativa(o) en lo que prepara para ingerir, poco a poco descubrirá su propio arte de cocinar.
- Ingiera de 6 a 8 vasos de agua diaria. Al crear la necesidad aumente a dos por día.
- En el proceso de adaptarse a su nuevo régimen de vida, sea paciente porque lo recomendable es bajar de 2 a 3 libras por semana como máximo.
- Utilice aceite de canola o de oliva extra virgen para freír.
- Lea e instrúyase en lo referente a la cadena de alimentos nutricionales, para que conozca la amplitud de las variedades, y tenga de donde echar mano. Tenga sumo cuidado de las fuentes de donde usted lee.
- Cerciórese de que la persona que le esta asesorando no es una persona que tiene títulos sin actualización o que usted perciba que es un comerciante del deporte. De esos abundan mucho en El Salvador, especialmente en algunos gimnasios con la marca de profesionales.
- Fortalezca su corazón, sus huesos y sus musculos y reduzca los triglicéridos, estrés y colesterol malo, incluyendo cuatro o cinco sesiones a la semana de ejercicio periódico entre 30 y 45 minutos, dependiendo de su edad. Lo factible es siempre hacerse un chequeo medico. No lo subestime.