Kilómetros de endorfinas

Qué tendrá el running que nos atrapa a la gran mayoría de nosotros? Seguramente una mezcla de diversos factores hacen que sea una actividad muy agradable, recomendable y hasta adictiva.

Estoy encarando ya la recta final de mi pequeña temporada anual de atletismo y a falta todavía de unas cuantas pruebas, concretamente cuatro (10 kms Vila de Sant Boi, Maratón de Barcelona, Cursa dels Bombers y Ultra Trail Barcelona), no veo el momento de dejar de correr y de empezar a dar prioridad al ciclismo (sin tener en cuenta las sesiones diarias que hago de spinning).
Las causantes de esto probablemente serán las ENDORFINAS, unas pequeñas proteínas que actúan como neurotransmisores de placer. Te sirven para luchar contra el dolor, entre otras muchas cosas, y, sobre todo, para ser feliz y principalmente se liberan en mayores cantidades al practicar el running y producen en nuestro cerebro sensaciones muy similares a las de la morfina, el opio o la heroína, pero, lógicamente, sin sus efectos negativos.

Durante estas últimas semanas, cuidándome básicamente la alimentación, he conseguido rebajar un poco de peso (para los curiosos, hace un par de mese estaba en 66 kgs y ahora en 63,5 kgs), cosa que me ha hecho sentir mucho más ligero y rápido en la carrera a pie, pero debiendo controlar la pérdida de masa muscular y minimizarla a base de una ingesta adecuada de proteínas y de un entrenamiento muscular correcto, ya que si no, esta pérdida muscular se reflejaría posteriormente en una disminución de la potencia sobre la bici, y eso no interesa.
La próxima cita la tengo este domingo, en los 10kms de la Vila de Sant Boi, una carrera urbana con mucho sube-baja que representará el último entreno de calidad de cara a la Maratón de Barcelona del día 25, en la que a pesar de no ir a tope, tendré que marcar el ritmo sub3 horas a mi pupilo Jaume, alias «La gacela del Baix Llobregat» 😛

Los «accurarunners» que asistimos el año pasado a Sant Boi

Una vez superados los 42 kms de Barcelona, el objetivo ya estará claro: llegar a tope al Half Challenge de Calella y mejorar si puedo la 8ª plaza conseguida el año pasado en mi grupo de edad (30-34 años), quedando además como 4º español en esta categoría, lo que me valió para clasificarme para los Campeonatos de España de media y larga distancia, a los que posteriormente no acudí.