HIPERTROFIA MUSCULAR

Cuando nos ejercitamos con pesas nuestros músculos responden a dicho estimulo venciendo una resistencia (carga). Nuestro organismo responde a tales estímulos con adaptaciones que pueden ser de dos tipos;
1- Adaptaciones transitorias o agudas
2- Adaptaciones crónicas
La adaptación aguda es la que tiene lugar en el transcurso del ejercicio físico. Muchos llegan a creer que los mecanismos de adaptación aguda o transitoria son definitivos o duraderos. Por ejemplo una persona llega al gimnasio y desarrolla su rutina personal y al termino de la misma se siente «duro», al rato de unos minutos esa «dureza» va perdiéndose poco a poco hasta llegar al estado inicial.
Puede suceder que con el tiempo y el paso de los meses una persona siente que su «rutina» ya no tiene el mismo efecto de antes y sus músculos pese al esfuerzo ya no se muestran tan «duritos» como antes, incluso, puede pesar menos, pero su cuerpo está más flácido, con menos tono muscular, etc, y esto sucede cuando se entrena de manera irregular y verticalmente; misma rutina, igual número de series y repeticiones, ausencia de entrenamiento cardiovascular, pobre dieta, en fin.
La adaptación crónica es la que se manifiesta por los cambios estructurales y funcionales de las distintas adaptaciones agudas. Esta adaptación solo es pósible cuando el ejercicio es continuo, repetido, y debidamente planificado y dosificado.
Las diversas manifestaciones de adaptación pueden ser: hipertrofia muscular, aumento del número de mitocondrias musculares, agrandamiento cardiaco, incremento del consumo máximo de oxígeno (VO2), disminución de la frecuencia cardiaca, etc.
El entrenamiento a largo plazo y debidamente estructurado es el que nos da las mayores satisfacciones. Obtener un cuerpo musculado y esbelto es posible de lograr cuando se traza un objetivo y se fundamente sobre bases científicamente comprobadas.
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