Sobre todo si vamos a trabajar en un momento dado con clientes cuyo objetivo sea en cierto modo el rendimiento físico (deportivo, competitivo, opositores) debemos comenzar observando su capacidad física inicial así como los factores de los que esta depende o puede condicionar su desarrollo. Al respecto, la NSCA señala cinco factores (de los cuales algunos ya han sido repasados en este mismo texto) a los que vamos a sumar un “condicionante” a la hora de diseñar nuestros planes de entrenamiento.
- Potencia aeróbica máxima: Es el que hemos nombrado anteriormente como VO2 máximo o consumo máximo de oxígeno por minuto, el cual indica la cantidad de energía aeróbica que puede llegar a producir el individuo por unidad de tiempo.
- Umbral de lactato: Recordemos que es el punto (tomado como frecuencia cardiovascular) en el que comienza a aumentar la concentración de ácido láctico en el músculo o en la sangre. Cuanto mayor sea dicho umbral, mayor será la capacidad de esfuerzo sin presentar síntomas de fatiga.
- Economía de esfuerzo: Hacer referencia a la técnica así como las características que proporcionan un mismo rendimiento con menor esfuerzo. El ejemplo más conocido en esta línea es el de la posición aerodinámica, evitando en medida de lo posible la resistencia proporcionada por el aire de cara.
- Utilización de sustratos: Como hemos estudiado anteriormente, cuanto mayor es la intensidad del ejercicio cardiovascular, mayor será el consumo de las reservas de glucógeno tanto en el torrente sanguíneo como en el hígado. Pues bien, a nivel genético o en individuos debidamente entrenados podemos encontrar mayores intensidades manteniendo un consumo principal de grasas. Como las reservas de glucógeno son mucho menores, estos individuos partirán con ventaja en pruebas de gran duración.
- Tipos de fibras musculares: Las personas con una mayor proporción de fibras de tipo I (lentas u oxidativas) ofrecen, logicamente, mejor capacidad para las pruebas de resistencia que las personas que tienen mayoría de fibras de tipo II o rápidas.
FACTORES DE RIESGO
Pese a que todavía es un asunto apenas implantado en las instalaciones deportivas de nuestro país, el riesgo de admitir en instalaciones a personas con patologías cardiovasculares y poblaciones de riesgo es más que claro, con la más que probable confusión y problemática en casos de responsabilidad civil.
Es por ello por lo que actualmente está creciendo el número de centros que realiza contratos de renuncia de responsabilidad y asunción de riesgos así como cuestionarios para intentar poblaciones de riesgo. Como cuestionario, destacamos el desarrollado en los 70 por la Canadian Society for Exercise Physiology (traducido al español y catalán en 1994 por Rodríguez).
Los factores de riesgo más comunes en la población actual son los siguientes (en negrita, los alterables mediante el ejercicio físico):
- Edad e historial familiar (factores genéticos).
- Tabaco, alcoholismo y consumo de drogas.
- Hipertensión, Hipercolesteremia, Glucosa elevada.
- Sedentarismo y obesidad.
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