La conclusión de las fiestas navideñas, tras la proliferación de eventos gastronómicos –cenas familiares, de empresa, distintas celebraciones con amigos-, conlleva un exceso en la ingesta de alimentos grasos e hidrocarbonatados. La unión de estos factores implica un incremento, de media, de dos a cuatro kilos por persona durante las Navidades, lo que unido al sedentarismo propio del período vacacional suele suponer serios problemas de sobrepeso.
No conviene dejar que pasen largos periodos de tiempo sin poner remedio ya que el organismo cuenta con unos genes ahorradores de energía que en el caso de sobreabundancia provocarán que el cuerpo tienda a mantener las reservas adquiridas si esta situación se mantiene en el tiempo.
El Instituto de Obesidad recomienda llevar a cabo en estos días una dieta depurativa que ayude a perder los kilos ganados y a equilibrar el organismo, devolviéndole a su ritmo de vida habitual y reencauzando la dieta hacia unos buenos hábitos alimentarios.
ALIMENTOS NATURALES
Se trata de una dieta blanda, evitando el consumo de alimentos grasos, dulces, productos manufacturados o de elaboración industrial en detrimento de alimentos naturales y poco elaborados.
En esta dieta, el aporte de frutas como la piña, mango o el pomelo es fundamental ya que facilitan la diuresis debido a su alto contenido en potasio y de esta manera ayudan a eliminar toxinas. El kiwi y la naranja actúan como potentes antioxidantes por la vitamina C.
Asimismo, las infusiones de té verde, rojo o menta poleo tienen función antioxidante y ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL en sangre, además de facilitar las digestiones.
Se realizarán 5 tomas al día sin omitir ninguna. Es básico contar con un orden y respetar los horarios en cada ingesta.
El desayuno es la toma más importante del día. Estará constituido por una ración de lácteos (desnatados), hidratos de carbono (pan, galletas o cereales integrales) y fruta (entera o zumo natural).
La media mañana será la ingesta que evitará llegar a la comida con una sensación de hambre voraz. En esta toma puedes consumir una ración de fruta (piña, mango, kiwi, naranja, manzana…), o un yogur desnatado, o una infusión de té verde, o menta poleo que ayudan muy activamente a depurar el organismo.
LA SELECCIÓN DE PLATOS
Como primeros platos: alimentos ricos en fibra y con un contenido bajo de glúcidos: verduras
(enteras o en purés), ensaladas, sopas, caldos vegetales, de pescado, etc. Además, se consumirá arroz blanco y legumbres con verduras 2 veces por semana siempre en la comida.
Como segundos: pescado blanco en mayor proporción que el pescado azul, carnes blancas como el pollo o el pavo con mayor frecuencia que las carnes rojas que se aportarán en menor cantidad (2 ó 3 veces por semana) y huevos en tortilla, revueltos, cocidos o escalfados. Se evitarán las frituras y alimentos rebozados.
La bebida de acompañamiento debe ser agua. Es necesario beber al menos dos litros al día (corresponden a 8 vasos de agua), de esta manera se mantiene al organismo adecuadamente hidratado, además de ayudar a eliminar las toxinas acumuladas por el aporte excesivo de dulces y grasas.
El postre se sustituye por infusiones que facilitan la digestión, haciéndola menos pesada.
Si se toma vino habrá de considerarse un plato más por el valor calórico que supone.
La merienda, al igual que la media mañana, conseguirá regular tu apetito de cara a la cena. Se tomará una infusión, una pieza de fruta o pavo con una tostadita de pan integral.
En la cena es conveniente evitar la consentida fruta y lácteos, ya que aportan azúcares de absorción rápida y son transformados fácilmente en grasa. Se deben tomar hidratos de carbono de absorción lenta como las verduras y proteínas (huevos, carnes y pescados).
MENÚ TIPO DE 2 DÍAS
DÍA 1:
Desayuno: café con leche desnatada + tostadas de pan con tomate triturado
Media mañana: 2 rodajas de piña natural
Comida: verduras asadas en papillote + filete de pollo a las finas hierbas + infusión
Merienda: kiwi
Cena: puré de calabacín + dorada al horno + té rojo
DÍA 2:
Desayuno: infusión + zumo de naranja + 3 galletas integrales
Media mañana: yogur desnatado
Comida: menestra de verduras + filete de gallo al limón con champiñones + infusión
Merienda: 2 rodajas de piña
Cena: sopa de pescado + tortilla francesa + té verde
Todas estas recomendaciones deben ir acompañadas de un ejercicio físico diario moderado como caminar 30-45 minutos cada día, esto creará un efecto sinérgico con la dieta favoreciendo la pérdida de grasa y en consecuencia, del peso.
La dieta de la piña
¿Sabías que la piña es la fruta más utilizada para la pérdida de peso? Sabemos que estás buscando una dieta que te ayude a perder esos kilos que has cogido este año. Que si cenas de navidad, que si barbacoas en casa del vecino, que si fines de semana en los que te has puesto las botas, que si le compras chuches al niño y te las acabas comiendo tú…
Tenemos el remedio:
La piña te permitirá perder peso rápidamente. Esta dieta no consiste en no comer, al revés, te puedes saciar comiendo. Eso sí, solo piña.
Para el desayuno come unas rodajas de piña con una tostada de mermelada y quedarás más saciada que si tomas un café con tres galletas, aunque parezca mentira. Si no te gusta este plan prueba unas lonchas de pavo con pan integral.
Si te entra hambre a media mañana puedes prepararte un zumo de piña casero o comerte cualquier otro tipo de fruta como una naranja o una pera.
Al mediodía está la comida más importante: las opciones son múltiples… pescado, ensaladas, o filetes de ternera, pero todo a la plancha, con poquito aceite.
Para merendar, si eres de las que meriendas, tómate unas rodajas de piña o, en su defecto, otra fruta.
En la cena debes ingerir las mínimas calorías posibles. ¡Por la noche es cuando se engorda!, así que no te pases… ¡y educa tu cuerpo!: Una ensalada ligera con un yogur desnatado o unas verduras a la plancha es suficiente.
Un truco: Si eres de las que siempre tienen mucha hambre, cambia el orden del menú. Por ejemplo, si vas a comer unos filetes de ternera y después dos rodajas de piña, come primero la fruta y después la carne porque así cuando vayas a comer el plato principal (con más calorías) no tendrás apenas hambre.
¡Y luce cuerpazo este verano!
Los diez alimentos con menos calorías
Con la llegada del verano es hora de volver a descubrir los beneficios de los productos frescos y bajos en calorías, los cuales te ayudarán a cuidar tu figura, estar espléndida y seguir disfrutando luciendo tipazo de tus días de playa o piscina. ¿Te apuntas?
Tomate
Si quieres mantener la línea, piensa en el tomate. Es un alimento estrella porque no solamente es bajo en calorías sino que promueve la eliminación de toxinas. Además contiene una alta dosis de vitaminas: C, E y A. Así que toma nota y acompaña tus ensaladas con el tomate o hazte un buen gazpacho. ¡Decora tus comidas con el color de la pasión!
– Calorías por 100 g de tomates: 23 kcal
Gambas
Si te encanta el marisco introduce en tu dieta las gambas. Cocinándolas a la plancha estarán bien sabrosas y podrás concederte un capricho sin desatender tu figura. ¡Ojo! debes huir de las salsas tan tentadoras como la mayonesa. Te recomendamos que utilices limón para dar sabor a tus gambas y ¡qué aproveche!
– Calorías por 100 g de gambas: 88 kcal
La zanahoria
La zanahoria puede ser una gran aliada para ahuyentar el hambre. Si te apasionan los platos fríos, este vegetal podrá ser un buen compañero en ensaladas, purés, salsas, vinagretas… Te aportará vitamina A y C siendo muy baja en calorías y con alto nivel de fibra. Podrás disfrutar de todos sus beneficios pero te recomendamos que la consumas cruda o al vapor. Además, la zanahoria es estupenda para la piel; al ser un vegetal antioxidante te proporcionará una tez radiante y hará que tu bronceado en estas fechas del año perdure más tiempo. ¡Todo ventajas!
– Calorías por 100 g de zanahoria: 40 kcal
Fresa
Esta fruta ilustra a la perfección la idea de que un buen sabor no siempre es sinónimo de aumento de peso. Y es que la fresa además de estar riquísima, fresca y dulce, es relativamente baja en calorías. Comerla estimulará tu sistema inmunológico. Introdúcela en tus postres acompañada de un chorrito de zumo de naranja y ¡a disfrutar!
– Calorías por 100 g de fresas: 35 kcal
Brocheta de pollo
No hace falta que prescindas de la carne o el pescado para mantener tu figura. Lo importante es la manera de cocinar estos productos y siempre es más recomendable comer carne de las aves de corral: contienen poca grasa y cuando se consume con moderación, no afecta a la línea. Puedes cocinar unas brochetas de pollo, que siempre apetecen en verano, y prepáralas a la parrilla. Te aconsejamos que las acompañes con cebollas y pimientos ¡disfruta de tus barbacoas con amigos!
– Calorías por 100 g de pollo: 166 kcal
Rábanos
Para hacer frente a los primeros rayos de sol sin vergüenza, recomendamos que te apuntes a los rábanos. Estos tubérculos son ricos en oligoelementos y minerales, y contienen muy pocas calorías. Los puedes comer crudos y en ensaladas; serán tu mejor solución para estar cargada de vitaminas porque aportarán a tu organismo vitaminas A, C y D, ¿a qué esperas para probarlos?
– Calorías por 100 g de rábanos: 17 kcal
Espárragos
El espárrago está compuesto de más del 92% de agua y eso lo convierte en una de las verduras con menos calorías. Además, su alto contenido en fibra te ayudará a mantener la línea. Ya sean espárragos blancos o trigueros, podrás introducirlos en tus comidas a modo de ensalada o hacerte una vichyssoise fresquita. Serán tus mejores aliados si lo que quieres es llevar una dieta depurativa.
– Calorías por 100 g de espárragos: 19 kcal
Bacalao
El bacalao es el rey de los pescados magros. Su carne es tierna y delicada además de ser un pescado ligero. Podrás disfrutar de su sabor sin ganar peso y mejorar tus digestiones. Te proponemos que lo cocines envuelto en papel de aluminio y acompañado de un chorrito de limón. Introdúcelo en el horno y ¡a comer!
– Calorías por 100 g de bacalao: 76 kcal
Calabacín
Esta verdura está compuesta de 96% de agua, convirtiéndolo en un producto excelente para mantener la línea por sus pocas calorías. Además es una verdura bien sabrosa que encajará a la perfección en una dieta equilibrada. Te aportará vitamina C, B3 y A. Te aconsejamos que huyas de las salsas bechamel; mejor crudo o al vapor, acabará encantándote ¡y no podrás pasar sin él!
– Calorías por 100 g de calabacín: 23 kcal
Alcachofa
Todas conocemos la dieta de la alcachofa y es que esta verdura suele introducirse en la mayoría de ellas porque contiene buena parte de las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita. Además, all ser libre en grasas no proporciona casi calorías. Puedes cocinarla y servirla como plato principal o aperitivo. Sus hojas tostadas con un poco de sal son exquisitas.
– Calorías por 100 g de alcachofa: 44 kcal
Ahora, no pierdas más tiempo y carga la cesta de la compra con estos diez productos clave para tus días de verano. Tu salud te lo agradecerá y además conseguirás una figura espectacular. ¿Alguien da más?
Fuente mujerdeelite.com
Fuente: Entrenate ya