El tiempo de recuperación entre sesiones de entrenamiento varía en función a la actividad física a realizar y señala una dirección básica para aportar al cuerpo lo siguiente:
1- Una óptima recuperación
2- Un manejo prudente de las intensidades tanto anaeróbica como aeróbica. Por ejemplo; si entrenas pesas intensamente al siguiente día o después de la sesión de pesas deberías de realizar la carga aeróbica a mediana intensidad, porque nadie puede mantener un entrenamiento a alta intensidad de manera prolongada, claro al menos que uno sea un ET.
El siguiente cuadro muestra las fases de recuperación de las distintas variables del entrenamiento.
Otro aspecto muy manoseado en el entrenamiento de la fuerza es acerca de la carga (peso) a utilizar. Es común oír frases como: haz muchas repeticiones con poco peso para bajar de peso o quemar grasa o viceversa «más peso con pocas repeticiones para ganar músculo», nada más apartado de la realidad, cuando se habla en estos términos se debe de tener el criterio necesario para fundamentarlo y lo real es esto; la carga permite una serie de adaptaciones ya sea a nivel metabólicas, estructurales y neurológicas y si se desea perder grasa tienes que agregar a tu rutina ejercicios aeróbicos y llevar a cabo una dieta prolija para maximizar los resultados, así de simple, lo demás es moda.
Un buen libro que habla extensamente sobre planificación del entrenamiento de la fuerza es del autor Tudor Bompa, se los recomiendo.