El peso es para muchos de nosotros algo que nos trae de cabeza día a día. Luchar contra el exceso de peso es la batalla diaria de muchas personas que quieren mantener la línea y una salud perfecta. La manera de controlar el peso es la báscula, un aparato que quien más y quien menos tiene en su casa y mediante la cual se controla el peso del cuerpo. Pero hay que tener en cuenta que no siempre los datos de la báscula son fiables, ya que debemos seguir una serie de recomendaciones para no hacernos un lio a la hora de pesarnos.
La báscula es una máquina y como tal no es perfecta, ya que sí que es cierto que nos muestra el peso que tenemos en el momento en el que nos ponemos sobre ella, pero no distingue entre otro tipo de variables que influyen a la hora de pesarnos. Por ello es necesario que no nos fiemos al cien por cien de lo que nos dice la báscula. Además, es necesario que llevemos a cabo una serie de pasos para conseguir que el peso que nos marca la báscula sea el más preciso posible.
Consideraciones generales
Ante todo debemos tener presente que siempre nos tenemos que pesar en la misma báscula para evitar fallos y discrepancias de peso, ya que cada aparato es diferente y tiene una regulación distinta. Incluso una misma báscula de la misma marca pesa diferente que otra, ya que entran muchas variables en juego como el suelo en el que está colocada que es el que determinará la inclinación, la regulación de la misma… Por eso es necesario pesarse siempre con la misma báscula y en el mismo lugar, no mover la báscula de un sitio a otro de la casa, ya que podemos incurrir en error.
A veces lo que sucede con las personas que siguen una dieta y quieren controlar el peso es que se obsesionan demasiado con pesarse a todas horas y todos los días. Esta es una práctica peligrosa, ya que puede ser contraproducente si lo que buscamos es conseguir no desesperarnos. En todo proceso de adelgazamiento hay picos de pérdida de peso, estancamiento y hasta momentos en los que se aumenta de peso, por lo que no sirve de nada pesarnos constantemente, sino que debemos pesarnos una vez por semana sin más.
A la hora de pesarnos
A la hora de pesarnos es importante la actitud con la que acudamos, ya que es importante saber afrontar el resultado que la báscula nos dicte, ya que siempre podemos solucionar un aumento de peso. Pesarnos nunca debe ser algo que nos desmotive si el resultado no es de nuestro agrado, sino que todo lo contrario, ya que debe ser un aliciente para seguir adelante y conseguir poco a poco y con esfuerzo lo que queremos a nivel de peso.
Pesarnos nada más levantarnos en ayunas es el mejor momento para hacerlo, ya que los datos que nos dará la báscula serán los más fiables, pues a medida que pasa el día comemos, bebemos… y por lo tanto nuestro cuerpo retiene líquidos, gases… Esto hace que se falseen las cantidades que nos dicta la báscula en lo que a peso corporal se refiere. Acostumbrarnos a pesarnos a la misma hora es fundamental. No hay que olvidar que es recomendable hacerlo incluso después de haber ido al baño y hacerlo sin ningún resto que nos aumente el peso sin darnos cuenta.
Otro punto a tener en cuenta a la hora de pesarnos y que la báscula no detecta es el tipo de ropa que llevamos a la hora de pesarnos. La ropa tiene un peso por sí misma, al igual que los zapatos, pero este peso varía mucho dependiendo del tipo de ropa y calzado que llevemos en cada momento. Por este motivo es importante que a la hora de pesarnos dejemos la ropa de lado y lo hagamos desnudos o en ropa interior, pues será la manera más fiable de saber nuestro peso real.
Fuente: Ejercicios y Fitness