La pérdida de peso es extremadamente difícil debido a que el consumo reducido de calorías aumenta la sensación de hambre y disminuye el índice metabólico.
Una dieta variada, baja en calorías, fomenta la movilización protéica por combustible, lo que genera un desgaste muscular como consecuencia.
Una reseña literaria de Suzanne Devkota y Donald Layman, de la Universidad de Chicago, concluyó que sustituir proteínas por grasas y carbohidratos en la dieta, se reducen los niveles de insulina, reprime el hambre y los antojos.
Las proteínas, particularmente altas en el aminoácido leucina, fomentan la síntesis protéica y ayudan a mantener la masa muscular durante los periodos de restricción de calorías.
Las personas que intentan perder peso deben consumir proteínas, particularmente en el desayuno y el almuerzo. Esto ayudará a dominar el apetito y mantener la masa muscular.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness