“Hoy en día la diferencia no está entre una técnica y otra, la gran diferencia está entre la gente que trabaja para el embodiment o contra el embodiment. Puedes encontrar quien trabaje la anatomía experiencial de tal modo que solo sirva para encontrar formas más sofisticadas de utilizar el cuerpo. Pero hay un modo de trabajar la anatomía experiencial que no va en esa dirección, y sí va en la de encontrar la manera de entrar en el cuerpo, de ser mi cuerpo, de conocer mi cuerpo, de ayudarlo a encontrar su natural manera de moverse, de ser, de expresarse y de sentir.” j. tolja
Lo natural durante el embarazo y algo de lo que todos podemos disfrutar
La mujer embarazada tiene una disposición natural, a demás de una gran motivación, para conectar y sentir lo que hay dentro de ella. Cuando digo dentro de ella no me refiero únicamente al bebé, hablo también de las vísceras y los fluidos.
La sensibilidad durante el embarazo es suficientemente alta y sofisticada como para poder percibir los órganos internos. Cuando una mujer camino de encontrarse con el bebé, pasa por la experiencia de sentir que el útero que lo envuelve rebosa de vida, se mueve, escucha ¡y contesta! descubre una nueva dimensión, descubre que ella también existe más allá de la piel, de los músculos y de los huesos.
La experiencia es impactante – ¿cómo he podido vivir tanto tiempo sin tener en cuenta mi útero? -, excitante – ¡afortunadamente lo descubrí!, y enriquecedoramente deliciosa…
Moverse sintiendo las vísceras aporta una sensación de placer y ligereza que el movimiento exclusivamente músculo-esquelético no genera. Esto es debido a la gran fuerza y potencia de nuestros órganos internos. Habitualmente no la utilizamos y esto hace que nuestros músculos se agoten haciendo un esfuerzo mayor del que deberían estar haciendo. Al tener conciencia de alguna de nuestras vísceras le permitimos que empiece a colaborar en el movimiento, al hacerlo contribuye con su fuerza y nuestros músculos, al no tener que asumir un esfuerzo extra, hacen su función de una forma más eficaz.
El resultado es un movimiento de mayor calidad: más equilibrado, más fluido, más integrado y más placentero.
Conectar con la vitalidad y capacidad visceral y moverse desde ella nos lleva a experimentar que hay una forma más placentera de hacer las cosas y que aún hay mucho por descubrir. Implica realmente un cambio de perspectiva, un nuevo enfoque mental.
¿Podría ser esto un privilegio exclusivo del embarazo?
Por supuesto que no. La vida no privaría a nadie de una experiencia de tal profundidad. De hecho es un movimiento natural en los animales, un guepardo no podría alcanzar esa velocidad al correr utilizando únicamente sus músculos, implica todo el cuerpo en ello. El estado instintivo, cercano a su naturaleza más salvaje, en el que se encuentra la mujer embarazada facilita este tipo de consciencia en el movimiento. Pero, todos podemos estar en contacto nuestro estado instintivo y ejercitarnos para aumentar nuestra capacidad de involucrar los órganos internos en el movimiento: basta constancia y una buena técnica que nos facilite el camino…
Por cosas del destino escuché a Jader Tolja, formador en anatomía experiencial, diciendo: “Lo primero que descubres al practicar la anatomía experiencial es que hacer participar a los órganos en la acción, o no hacerlo, cambia por completo la calidad del movimiento”.
Y me decidí a experimentar personalmente esta afirmación… Cuando asistí a los primeros seminarios aprendí a sentir la vegija y los riños, y confirmé la certeza de sus palabras.
La experiencia en si fue profunda y me trajo importantes cambio internos. Pero llegar a casa y practicar yoga con esa nueva información fue maravilloso: vi como la sensación de esfuerzo que me acompañaba en algunas posturas desaparecía al permitir que mis vedija tomara el mando y eso me permitía profundizar más en ellas. Sentí que esta técnica era el complemento que me ayudaría disfrutar al 100% de todos los beneficios que nos aporta el yoga.
Tere Puig
Más información sobre Jader Tolja www.bodythinking.com/es
Más información sobre sus cursos en Barcelona escribiendo a yoganyc@yahoo.es.