Trabaja bajo el agua para correr más

No todo va a ser correr y nadar, la piscina puede ser el lugar perfecto para hacer tu gimnasia diaria. Calienta unos 5 minutos y realiza de 15 a 30 repeticiones de cada ejercicio.

En el centro de la zona más profunda (alejado de los bordillos), extiende tus brazos en cruz y estira las piernas, una hacia delante y otra hacia atrás. Rápidamente, pega los brazos al cuerpo y estira junta las piernas.

Repite el ejercicio alternando las piernas. Pisando con un pie el fondo y apoyando una mano en el bordillo, sitúa tu cuerpo en paralelo a la pared.

Lleva la otra pierna hacia delante, hacia atrás y sepárala perpendicularmente lo máximo posible. Cambia luego de pierna.

1. ABDOMINALES (I): Apoyando manos y codos en el bordillo, mantén la cabeza recta y echa las piernas hacia atrás. Cruza las piernas juntando y separando las rodillas lo máximo posible. Alterna el movimiento de piernas, cruzando primero la izquierda y luego la derecha.

2. ABDOMINALES (II): Ubícate en la parte que menos cubre y salta lo máximo que puedas elevando las rodillas hasta el pecho. Cuanto más rápido lo hagas, más resistencia irás adquiriendo.

3. ABDOMINALES (III): Con la espalda pegada a la pared y los brazos en cruz a lo largo de todo el bordillo, lleva las piernas juntas hacia ambos lados y hacia delante.

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