Nos encontramos ante otra de las lesiones más frecuentes en el mundo del deporte. La tendinitis del tendón de aquiles, o tendinitis aquílea, nos puede dejar aparcados de la actividad física durante un gran período de tiempo debido al intenso dolor que produce en la parte inferior de la pierna. En el pádel, debido a las características de nuestro deporte, es una lesión que debemos tener en cuenta en todo momento y tomar medidas de prevención.
A lo largo de este artículo veremos las principales causas de esta lesión, daremos las pautas necesarias para un correcto tratamiento y veremos una serie de ejercicios y consejos a tener en cuenta para prevenir la tendinitis del tendón de aquiles en el pádel. ¿Sabías que esta lesión suele ser más común en mujeres que en hombres? En las próximas líneas encontrarás el motivo.
¿Qué es la tendinitis del tendón de aquiles?
Un tendón es un tejido muy fuerte que conecta los músculos con los huesos. El tendón de Aquiles es el encargado de conectar la musculatura de la pantorrilla (gemelos y sóleo) al talón. Cuando este tendón se inflama, se hincha y duele a nivel del talón hablamos de tendinitis del tendón de Aquiles.
Una de las funciones del tendón de aquiles es la de facilitar los desplazamientos, ya sea andar, correr o saltar, ya que ayuda a levantar el talón del suelo. Es por este motivo por el que cuando padecemos esta lesión los primeros síntomas aparecen al correr y en los saltos.
La tendinitis aquílea es la inflamación del tendón de aquiles. En principio, siempre que se siga un programa de rehabilitación la lesión es transitoria y desaparece. Si los dolores persisten y continúan la tendinitis se puede complicar y convertirse en una tendinosis aquílea, en donde el tendón se degenera y pierde un poco su estructura organizada y compacta. No obstante, es bastante dfícil que se llegue a este punto.
Causas de esta lesión.
Son varias las causas para contraer una tendinitis del tendón de Aquiles, pero generalmente se suele producir por la repetición de acciones como saltos, giros, aceleraciones y frenadas, gestos que se dan con mucha frecuencia y a alta intensidad en muchos deportes, entre ellos el pádel.
Salto en pádel.
También influye mucho la dureza de la superficie sobre la que se entrena y el tipo de calzado deportivo que utilizamos. Hoy en día las industrias del calzado invierten mucho en investigar y en fabricar un calzado que se adecue a las características de cada deporte pero aún así es muy importante seleccionar un calzado que tenga buena amortiguación y un refuerzo para el tendón de aquiles.
Otro de los motivos de su aparición es el acortamiento de toda la musculatura posterior de la pierna, principalmente el tríceps sural (gemelos y sóleo), encargado de la extensión del pie. Este acortamiento se suele acentuar cuando se tiene unos gemelos muy voluminosos en el caso de los hombres.
Las mujeres son más propensas a sufrir esta lesión debido al uso de zapatos con tacón. Al obligar al pie a estar de puntillas estamos acortando la musculatura, hasta tal punto que hay casos de mujeres que no pueden ponerse zapatos planos porque los gemelos le incomodan mucho debido al acortamiento muscular.
Síntomas y tratamiento de la tendinitis del tendón de aquiles
Los síntomas de esta lesión son inflamación y dolor en el tendón de Aquiles. El dolor es más intenso cuando nos levantamos por la mañana, o al iniciar la actividad física, y va disminuyendo conforme progresamos con la actividad. En el momento de los primeros síntomas debemos parar el ejercicio físico, ya que se puede agravar la lesión.
Los dolores se notan con una pequeña palpación de manera directa sobre el tendón, y, en ocasiones, también podemos notar un dolor intenso cuando se oprimen los lados del tendón. En algunos movimientos de flexión-extensión del pie encontramos molestias, así como al intentarnos ponernos de puntillas.
En cuanto al tratamiento lo primero que debemos hacer es cesar la actividad física, al menos aquellas actividades más agresivas. Si el dolor no es muy intenso se pueden sustituir por ejercicios de bajo impacto, como bicicleta, elíptica o natación. Si el dolor es fuerte debemos reposar completamente.
Es muy importante aplicar hielo sobre el tendón durante 15-20 minutos, dos o tres veces al día. También podemos realizar un masaje sobre el tendón y estirar toda la musculatura involucrada, sin llegar a provocar dolor. En el siguiente vídeo vemos un pequeño resumen de las causas, síntomas y tratamiento de esta lesión.
La tendinitis del tendón de aquiles en el pádel.
Como hemos visto, el deporte del pádel reúne todos los requisitos necesarios para padecer esta lesión, de hecho es, después de la epicondilitis,la lesión más frecuente en nuestro deporte, por lo que no debemos pasarla por alto y tomar todas las medidas preventivas que estén a nuestro alcance.
Las características de su juego hace que el tendón de aquiles esté sufriendo pequeños impactos en todo momento debido a la cantidad de saltos, desplazamientos, aceleraciones o frenadas que se dan a lo largo de un partido.
Por otro lado, contamos con un factor que no está en nuestra mano modificarlo, y es la dureza de la pista de pádel. Tenemos que encontrar un calzado apropiado para la superficie de juego, el cual tenga una buena amortiguación y conserve la salud de nuestro tendón de aquiles. Si practicamos algún deporte paralelo al pádel siempre es preferible que sea sobre una superficie menos dura o sin impacto, como hemos visto anteriormente.
Una buena forma de evitar esta lesión es teniendo un tríceps sural fuerte y flexible. Para ello, tenemos que trabajar de manera específica en la sala de musculación la musculatura posterior de la pierna, principalmente isquiotibiales, gemelos y sóleo. Ese fortalecimiento repercutirá de manera positiva en nuestro juego dentro de la pista. Asimismo, tenemos que complementar con estiramientos de toda la pierna y músculos del pie después de entrenar y jugar.
A la hora de trabajar ciertos ejercicios, como las sentadillas, podemos poner una pequeña cuña o disco bajo el pie para que el tendón no sufra tanta tensión. En cuanto a los ejercicios a realizar, el trabajo excéntrico es el ideal para la prevención de esta lesión, realizando todos los ejercicios con suavidad y controlando el movimiento.
En el siguiente vídeo podemos ver una serie de ejercicios para fortalecer de manera específica el tríceps sural. Como se puede observar, se hace hincapié en la fase excéntríca del movimiento. Todos estos ejercicios sería interesante incluirnos en nuestra programa de prevención de lesiones deportivas.
Imagen | Pádel Pro Tour.
Entrenamiento psicológico para ayudar a recuperarse de una lesión
El ejercicio físico y el deporte son saludables, pero claro, toda actividad conlleva un riesgo de lesión. Antes o después, un deportista profesional o aficionado terminará sufriendo algún tipo de lesión. Además de la recuperación física, es necesario un entrenamiento psicológico para ayudar a recuperarse de la lesión.
Además del daño físico y de los problemas (mayores o menores) para la recuperación, puede aparecer inseguridad, miedo, pérdida del hábito de ejercicio, o ansiedad y frustración por no poder practicarlo. Un adecuado entrenamiento psicológico en deportistas y entrenadores ayuda a mejorar la recuperación después de una lesión deportiva.
Afrontando las inevitables lesiones
Por desgracia no es raro que un deportista (hablamos siempre de profesionales o aficionados) se plantea un objetivo y, pocas semanas antes de conseguirlo (un partido importante, batir una marca…) sufre una lesión que lo obliga a dejar de entrenar.
Si la lesión es leve, la recuperación física normalmente será suficiente para volver en poco tiempo a practicar ejercicio al mismo nivel competitivo. Sin embargo, en una lesión moderada o grave, además del componente físico y el aumento considerable del tiempo de recuperación, existe un potente componente de frustración psicológica, así como otras sensaciones negativas, como miedo, incertidumbre, ansiedad, etc.
El artículo que enlazo al final comenta el caso de un estudio realizado en 1998 en el que se emplearon registros y entrevistas con entrenadores y terapeutas de Australia y Canadá que atendieron a deportistas lesionados.
De este estudio se obtuvo, entre otras conclusiones, que el entrenamiento en destrezas psicológicas y el aprendizaje de métodos para hacer frente a las respuestas psicológicas que se producen como consecuencia de la lesión aumentan la efectividad del tratamiento.
Volver a practicar deporte sin haber solucionado todos los problemas de la lesión (ya sean físicos o secuelas psicológicas) provocan ansiedad y frustración en los deportistas. Esto provoca una actitud negativa durante la recuperación y disminuye el éxito del tratamiento.
Recuperación a nivel físico y mental
Por lo tanto, lo ideal será prestar un fuerte apoyo psicológico, mediante un tratamiento realizado por un equipo de profesionales, donde es interesante que cada profesional así como el deportista hayan recibido formación sobre técnicas de afrontamiento para estar preparados antes de que se produzca la lesión.
Una vez más, la prevención es un arma muy valiosa. Dotar de herramientas al deportista lesionado como al profesional que lo atienda ayudará a optimizar la recuperación, tanto física como a nivel de fortaleza mental.
Imagen | JMR_Photography
Cuidado con los masajes después de una carrera
Hoy en día es normal ver en las competiciones puestos de masaje y fisioterapia al acabar una carrera, sobre todo en las carreras largas como maratón y media maratón. El masaje puede ser un medio interesante para la recuperación muscular, pero hay que tener cuidado con él si la carrera ha sido demasiado dura.
Cuando realizamos un esfuerzo muy intenso como puede ser corrrer durante muchos kilómetros a ritmo elevado, las fibras musculares sufren microroturas y hay cierta inflamación. Si justo después se realiza sobre el músculo un masaje poco adecuado o intenso, podemos agravar ese daño muscular, haciendo que la recuperación sea más larga o incluso causando alguna lesión.
Con esto no decimos que haya que evitar el masaje muscular después de una carrera o competición, pero si hay que tener especial cuidado con el tipo de masaje que se realiza, teniendo que ser suave y sin incidir mucho en amasar con fuerza los músculos.
Sucede igual que con los estiramientos, que nos ayudarán a la recuperación muscular, pero siempre que no los hagamos muy intensos con el músculo fatigado. Con el masaje lo que vamos a pretender es mejorar el retorno venoso y desechar los metabolitos, algo que también podemos hacer por ejemplo con los baños de contraste agua fría-caliente, ya que así no se castigarán más a las fibras musculares.
Personalmente nunca me he parado a que me den un masaje después de una carrera, sobre todo por el miedo a que metan los dedos más de la cuenta. Eso sí, hay auténticos profesionales que saben lo que hacen y te dejan nuevo al acabar una carrera.
Imagen | sellyourseoul
Fuente: Entrenate ya