¿Cuántas veces habéis visto en el gimnasio a personas perdidas que van de máquina en máquina sin ton ni son? Como en todos los ámbitos de nuestra vida, tener claro nuestro objetivo a la hora de entrenar puede acercarnos mucho a nuestras metas.
Saber qué queremos conseguir exactamente, con qué fin y en cuánto tiempo son parámetros que debemos fijar cuando nos ponemos fines a alcanzar, tanto en nuestra vida personal como en el deporte. Qué, por qué, para qué, cómo y cuándo son las palabras clave que debemos utilizar para tener claro nuestro objetivo: si sabemos responder de forma concreta estas preguntas, nuestros sueños estarán un poquito más cerca. ¿Queréis unos trucos?
Nuestro objetivo debe tener dos características imprescindibles: la primera es que debe ser un objetivo real o realista. Real en el sentido de que tiene que poder ser realizable. Por ejemplo, un objetivo real es bajar dos o tres kilos en un mes; sin embargo, querer perder cinco kilos en una semana es peligroso además de bastante irrealizable en condiciones normales.
La otra característica de nuestro objetivo es que debe ser medible, es decir, que debemos poder saber de manera concreta si lo hemos alcanzado o no. Me explico: “quiero adelgazar” no es un objetivo bien planteado. ¿Cuánto quieres adelgazar? ¿En cuánto tiempo? “Quiero adelgazar dos kilos en un mes” sí es un objetivo que puedes comprobar si has alcanzado: puedes pesarte con una báscula y contar el paso del tiempo. “Quiero levantar 50 kilos en press banca” también nos vale, pues podemos ver nuestro progreso y saber cuándo hemos alcanzado nuestro objetivo.
Fijarnos una fecha límite puede ayudarnos en nuestra motivación por alcanzar el objetivo, aunque también puede convertirse en un arma de doble filo. Imaginemos que nuestro objetivo es correr por primera vez la San Silvestre de este año, sin haber salido a correr nunca: a estas alturas ya deberíamos haber comenzado a entrenar, pero vemos que el tiempo se nos echa encima y decidimos que a partir del 26 de Diciembre saldremos todos los días a correr 10 kilómetros para prepararnos para la carrera. os podréis imaginar que el resultado de esto es un sobreentrenamiento brutal y seguramente alguna lesión.
Las fechas límite deben servirnos para planificar todo lo demás alrededor de ellas: en el caso del deporte tendremos que planificar entrenamientos, descansos, comidas, materiales… No deben ser agobiantes, pero sí darnos una sensación de “obligación” que nos ayudará a cumplir con nuestro objetivo.
Además, existen otros pequeños trucos que podemos utilizar para mantener nuestro objetivo en mente y no perdernos por el camino, como crearnos una imagen mental de nosotros mismos con el objetivo conseguido: recuerda que una imagen vale más que mil palabras, y visualizarnos triunfadores nos hará estar un pasito más cerca del triunfo.
Tener nuestro objetivo escrito de nuestro puño y letra y bien visible en nuestro entorno (en casa, en nuestro lugar de trabajo) es otro factor a considerar: al escribir qué queremos conseguir hacemos que ésto se convierta en un compromiso más formal, y de esta forma nos hacemos responsables de conseguirlo.
Registrar nuestros avances cada cierto tiempo y de forma periódica también es una buena forma de mantenernos fieles a nuestro objetivo y ver nuestros progresos. ¡Ojo! no es necesario (y puede llegar a ser hasta contraproducente) comprobar nuestro avance cada día: con una vez a la semana será más que suficiente.
Espero que estos tips os sean de ayuda a la hora de fijar vuestros objetivos y conseguir alcanzarlos: ¿qué objetivos os habéis marcado para el nuevo año?
La visión del fitness en Europa
Aprovechando que estoy pasando unos días en Alemania por trabajo y que tengo oportunidad de visitar distintos gimnasios, aprovecho para ofreceros una visión diferente del entrenamiento: la visión del fitness en Europa.
¿Qué hacemos en España que no se hace en el resto del continente? ¿Las tendencias que triunfan en los países vecinos son las mismas que lo hacen en el nuestro? ¿Tiene el ejercicio físico los mismos objetivos en todas las naciones? Mucha atención, porque la visión del fitness es diferente según el territorio europeo.
Los países centroeuropeos, como por ejemplo Alemania, cuentan con una gran tradición de fitness: por norma general los socios de los gimnasios suelen saber bien cómo se entrena, conocen la técnica y saben llevarla a cabo.
Al hablar con varios profesionales del fitness alemanes todos coincidían en que si los usuarios de los gimnasios no avanzaban a nivel físico era sin duda por una falta de objetivos personales claros más que por escasez de conocimientos.
En estos países el fitness está mucho más enfocado a la salud que a la estética: los usuarios de centros de fitness y wellness son socios de larga duración que enfocan el ejercicio físico de cara a tener una calidad de vida superior.
El caso de los países mediterráneos, como España o Italia, es algo distinto: la historia del fitness no es tan larga, sino que ha comenzado su andadura en las últimas décadas. La cultura del “Being fit” o “estar en forma” ha estado tradicionalmente más relacionada con la estética que con la salud, aunque esta tendencia está cambiando de un tiempo a esta parte.
Según mi experiencia tanto en España como en Italia, la carencia de estos países se encuentra más en la formación teórica de los socios de los gimnasios: el “boca a boca”, “lo he visto en un vídeo de Arnold” o “así lo hace mi vecino y está enorme” nos están pasando factura en forma de mala técnica al realizar los ejercicios y lesiones derivadas de este hecho.
Sin embargo, los nuevos profesionales del fitness en países como España pueden presumir de tener una formación completa y multidisciplinar, de ser inquietos e innovadores, y de saber adaptarse a los nuevos tiempos y corrientes en cuanto a ejercicio físico.
¿Vosotros con qué os quedáis: tradición o innovación?
Entrenando la potencia de piernas en pista
En más de una ocasión hemos comentado que “el pádel se juega con las piernas” ya que más de la mitad de los golpes que fallamos vienen precedidos por una mala colocación de las piernas, generalmente porque no hemos llegado a tiempo para golpear correctamente. Es por este motivo por el que en esta ocasión vamos a entrenar la potencia de piernas en pista.
Desafortunadamente, durante un partido de pádel no podemos elegir que nos tiren la bola al lugar que nos interese, es más, casi siempre nuestro rival nos buscará los puntos débiles para atacarnos con reiteración, nos moverá por toda la pista y tendremos que estar en todo momento con continuas aceleraciones, frenadas y pequeños desplazamientos. Para soportar todas esas acciones que se repiten durante un partido es necesario realizar un entrenamiento específico de potencia de piernas desarrollado en la pista de pádel.
La potencia de piernas en el pádel
Todas esas acciones que realizamos previas al golpeo se suelen realizar a máxima intensidad y son llevadas a cabo principalmente por las piernas. Es por este motivo por el que tenemos que prestar importancia a desarrollar la potencia de piernas y, poder así, ejecutar las acciones de manera coordinada y explosiva con el fin de golpear y llegar de manera cómoda a todas las bolas.
En anteriores artículos hemos desarrollado la potencia de piernas mediante diferentes métodos. Hemos realizado entrenamientos al aire libre, en donde hacíamos un entrenamiento de la potencia de piernas con el método de arrastre (trineo de velocidad). También hemos llevado a cabo un entrenamiento de potencia de piernas en cuestas, donde trabajábamos la explosividad gracias a la pendiente del terreno.
Entrenando la potencia de piernas en la pista de pádel
En esta ocasión, vamos a trabajar de manera específica dentro de la pista de pádel, con desplazamientos y acciones propias de nuestro deporte y con la resistencia de un cinturón elástico que nos obligará a desarrollar altos niveles de potencia.
Este material nos permite trabajar la fuerza explosiva del tren inferior. A través de un cinturón enganchamos a un punto fijo el otro extremo, ya sea sujetado por un compañero o anclarlo a cualquier soporte dentro de la pista, como puede ser la reja lateral. El elástico nos ofrece resistencia, siendo mayor a medida que nos separamos del punto fijo.
Podemos empezar nuestro entrenamiento con unos ejercicios para trabajar todas las frenadas y arrancadas que se dan durante un partido un partido. Por ejemplo, para los desplazamientos laterales podemos colocar una serie de conos con una pelota encima de cada uno de ellos teniendo que coger la primera pelota, volver al punto inicial para seguidamente coger la segunda pelota, y así con sucesivamente con el resto de pelotas. Cada vez que vamos a por la pelota el elástico nos ofrece resistencia dificultándonos el tener que agacharnos para coger la pelota.
En ese caso estaríamos trabajando solamente las frenadas y aceleraciones en los desplazamientos laterales. Si queremos realizar diferentes desplazamientos basta con colocar los conos en varias direcciones, teniendo que ir a recoger las pelotas nuevamente, pero esta vez con aceleraciones y frenadas hacia delante, en diagonal, hacia atrás o lateral. Si analizamos un partido de pádel vemos que estas acciones se repiten continuamente.
Podemos seguir nuestro entrenamiento específico con el cinturón elástico trabajando la coordinación de piernas con la escalera de coordinación. Aquí podemos entrenar tantas variantes como se nos ocurran. El objetivo, como siempre, intentar trabajar a máxima velocidad e intensidad intentando superar la resistencia que nos ofrece el elástico. Podemos empezar con una coordinación simple hacia delante e ir aumentando paulatinamente la complejidad.
También podemos trabajar aspectos muy específicos como son los pasos de aproximación o de ajuste lateral previos al golpeo. Para ello, la escalera de coordinación es un material ideal para hacerlo ya que nos marca directamente cada uno de los apoyos.
Aprovechando que estamos entrenando en la pista podemos realizar los golpeos que se dan directamente en el pádel y que requieren de una buena potencia de piernas para poder ejecutarlos correctamente. Con este tipo de entrenamientos podemos hacer especial hincapié a ese trabajo de potencia de piernas pero realizándolo de manera integrada con el golpe en sí.
Partiendo desde un punto, con un compañero situado detrás sujetando el otro extremo del elástico, tenemos que golpear voleas que nos tiran en la red. Para ello, tenemos que realizar una aceleración de piernas explosiva, luchando contra la resistencia del elástico, y justo en el momento del golpeo aguantar la tracción que nos hace el cinturón para golpear con la mejor técnica posible. Es muy importante contraer toda la musculatura estabilizadora del tronco.
Al igual que realizamos voleas podemos entrenar también las bandejas. En este caso, el compañero se tiene que colocar pegado a la red ya que el desplazamiento es hacia atrás. La dinámica es la misma, nos lanzan la bola, nos desplazamos explosivamente y realizamos la bandeja, siempre luchando contra la resistencia que nos ofrece el elástico.
Imágenes | Preparación Física en Pádel
Fuente vitonica.com
Fuente: Entrenate ya