La base de un entrenamiento funcional radica en su orientación específica hacia la tarea a desarrollar, recuperar o mejorar el rendimiento. Tanto si esa tarea implica movimiento (aplicación dinámica y control dinámico de la postura) como si no implica desplazamiento alguno (aplicación estática o control estático de la postura) uno de los puntos clave de su ejecución radica en el control de la estabilidad articular.
Según Panjabi la estabilidad articular depende de la interacción de tres subsistemas. El subsistema pasivo (compuesto por estructuras no contráctiles como huesos y ligamentos), el subsistema activo (compuesto por los músculos) y el subsistema neural (compuesto fundamentalmente por el Sistema Nervioso y encargado de controlar todo el sistema). Diana Lee, en su “Modelo integral de la función”, añade un elemento más que también afectara al resto de los subsistemas que es el elemento emocional.
Fuente: Pilates