Cuando nos proponemos perder peso nos entran las prisas y queremos que todo sea inmediato. No podemos perder en un mes el peso que hemos ganado en años, es un gran error que va a desequilibrar a nuestro organismo, que tarda en adaptarse a las fluctuaciones de peso. La pérdida de grasa debe ser gradual y constante, para lo que hay que tener mucha paciencia.
Y no estamos hablando de perder 3-4 kilos, sino de grandes cantidades de peso en gente obesa que se propone cambiar su estilo de vida y soltar los kilos que sobran. En estos casos hay que hacer un ejercicio de realidad y pensar que todo el peso que hemos ido acumulando durante años vamos a tardar tiempo en perderlos, sobre todo si queremos hacerlo de manera saludable.
Es normal que queramos perder mucho en poco tiempo, la inmediatez de querer conseguir cosas es innata al ser humano, pero hay que ser pacientes y constantes. Hace unos días os proponíamos un planning semanal para perder peso, algo que habría que repetir semana tras semana, al igual que el cuidado de la alimentación. ¿Para qué queremos perder 10 kilos en dos semanas si no asentamos unos hábitos que nos permitan mantener nuestro peso ideal?
Cuando alguien me pide consejo para perder unos kilos siempre le digo que lo primero que tiene que hacer es armarse de paciencia y después cambiar hábitos alimenticios y físicos para mantenerlos de por vida, solo así se conseguirá un peso idóneo y se podrá mantener a lo largo de los años.
Al igual que un culturista no consigue unos músculos grandes y formados al mes de empezar en el gimnasio, una persona obesa tiene un largo camino que recorrer hasta alcanzar su meta. Esos sí, la satisfacción de conseguirlo después del tiempo empleado es inmensa y refuerza aún más esos hábitos saludables que han llevado a conseguir el peso correcto.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness