Nutrición: Los alimentos prohibidos

Nada que comas una vez al año puede hacerte demasiado daño, pero sea cual sea la dieta que sigues, hay alimentos que no te recomendamos más allá de un capricho muy de vez en cuando. Aquí tienes la lista de nuestros “alimentos prohibidos.”

Azúcar blanco

Es en realidad sacarosa (99%) y se obtiene de la caña de azúcar o la remolacha azucarera por un complejo proceso de refinamiento que desnaturaliza el azúcar original. Sólo aporta energía (4 calorías por gramo) y un intenso sabor dulce. El problema está en que al ser un carbohidrato sencillo, se absorbe rápidamente y provoca un aumento de glucosa en la sangre con el riesgo de hipoglucemia posterior. Lo que puede hacer de tu dieta un fracaso o provocarte la odiada “pájara” durante el ejercicio.

Aperitivos salados

Patatas fritas, cacahuetes con miel, cortezas, estrellitas, nachos, etc. La mayoría no bajan de 500 calorías por100 g, en forma de grasas, tienen un alto contenido en sodio, no tienen vitaminas ni minerales, pero añaden colorantes artificiales y potenciadores de sabor como el glutamato, que hacen que no puedas comer sólo una. Es preferible tomar unos frutos secos sin tostar naturales, pasas, palomitas o aceitunas, a sucumbir a un producto artificial.

Bebidas alcohólicas

Sólo aporta una gran cantidad de calorías vacías (7 calorías por cada gramo ingerido) y consume vitaminas y minerales para ser metabolizado. Además de dañar el hígado, provoca deshidratación y aumenta la cantidad de radicales libres que dañan a las células. Se puede tomar de vez en cuando una bebida alcohólica, preferiblemente una cerveza, una copa de vino tinto o una sidra, que tienen una baja gradación alcohólica y contienen fitoquímicos como el resveratrol de la uva o el lúpulo de la cerveza, que protegen tu salud.

Bollería industrial

Contienen aceites de palma y coco, que aunque son aceites vegetales, son un tipo de grasas saturadas perjudiciales para la salud. Si a esto le añades harinas refinadas, azúcares sencillos y colorantes artificiales, no te quedan muchas razones para disfrutar de un bollo o un pastelito.

Caviar

El caviar auténtico se obtiene de las huevas del esturión, aunque también hay sucedáneos de caviar con huevas de lumpo, capelán o las huevas más grandes y rojas del salmón y trucha. El problema está en que aporta hasta 244 calorías por 100 g en forma de 300 g de colesterol y una gran cantidad de sodio (1.940 g). Pocos alimentos aportan tanto colesterol en tan poca cantidad.

«Chuches»

Si quieres saber de que están hechas las gominolas, mira su composición: azúcar, glucosa y colorantes. Muchas calorías y ningún valor nutricional.

Comidas preparadas

Lasaña lista para calentar al horno, tortilla que sólo tienes que sacar del plástico, palitos de pescado, empanadas o croquetas “caseras” que se venden listas para freír…Estos alimentos son muy cómodos, pero más vale que aprendas a cocinar si quieres disfrutar de una buena alimentación. Contienen más grasa de la habitual (incluso la versión ligera) más sal, más colorantes, más conservantes y la carne o el pescado que contienen, no es de la calidad que tu puedes escoger si haces estas comidas en casa.

Fiambres

¿Confías en una mortadela con cara de ratón? La mayoría de los fiambres que hay en la charcutería no tienen nada que ver con el cerdo del que dicen se originaron. Los procesos de industrialización han hecho que los fiambres como el jamón de York sea una masa de gelatina de color rosado, rica en azúcares, féculas, sal, fosfatos, etc. y muy poco recomendable para una alimentación sana.

Parrillada

Si quieres saber porqué hay tantos obesos en Norteamérica, cuenta el número de barbacoas que hay por habitante. Afortunadamente, las barbacoas españolas son más naturales, pero también son ricas en alimentos grasos como el chorizo, la panceta, la morcilla, las chuletas, etc. Sin olvidar que la carne chamuscada, contiene benzopirenos, sustancias carcinógenas implicadas en la aparición de tumores.

Refrescos

No confíes en una bebida cuya fórmula es secreta y carece de cualquier cosa remotamente natural en su composición. La lista de bebidas carbonatadas o refrescos para beber es cada vez más larga, pero si comparas las etiquetas de todas ellas, no se distinguen demasiado. Contienen gas carbónico para obtener burbujas, fosfatos, varios aditivos con la letra E, algunos cafeína como excitante y ácido fosfórico, una sustancia que precipita con el calcio, reduciendo la absorción de este mineral, por lo que puede producir descalcificación. Si además escoges una bebida ligera o “light” añade a la lista de inconvenientes los edulcorantes artificiales que no son recomendables.

Salsas comerciales

Hay para todos los gustos, pero todas se caracterizan por un alto contenido calórico, especialmente por su naturaleza grasa. Si además tienes en cuenta los azúcares añadidos, los colorantes artificiales, los aditivos y conservantes, te conviene hacer la salsa en casa.

Salchichas de sobre

Contienen poca carne y de baja calidad pero tiene féculas, azúcares, sal, queso, fosfatos, etc. Cualquier parecido con un alimento es coincidencia. Si además escoges las que tienen ketchup o mostaza, los colorantes y aditivos aumentan.

Sopas de sobre

Las sopas de sobre son ricas en sodio y un potenciador del sabor como el glutamato, conocido como sabor umami o quinto sabor. Aunque no está clara su relación con el síndrome del restaurante chino, o la aparición de infartos cerebrales, no hay que olvidar que el glutamato es un neurotransmisor cerebral, y no se debe abusar de esta sustancia.

Viandas de cerdo

Tocino, panceta, el beicon, morcilla y esos productos del cerdo que deberían estar prohibidos por su alto contenido en grasas saturadas, las más perjudiciales para tu salud.

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