La soja y su relación con la testosterona
La razón por la que la soja es tan poco popular en el mundo del culturismo es que muchos creen que la soja puede incrementar los niveles de estrógeno y, a la vez, reducir los de testosterona. ¿Pero qué dicen las investigaciones científicas al respecto?
Aunque es cierto que algunos estudios asocian la bajada de testosterona con el consumo de soja, es necesario ponerlos en contexto. Por ejemplo, en uno de estos estudios, uno de los voluntarios era un vegetariano cuya dieta diaria incluía grandes cantidades de soja[*1].
En otro, las personas que tomaban más soja redujeron de media un 19% sus niveles de testosterona y solo una mostró una reducción significativamente mayor. Al comienzo de este estudio, este sujeto tenía un índice de testosterona un 200% por encima de la media de entre el resto de sujetos y un 50% por encima de la media general. Si tenemos en cuenta estos datos y que esta persona es una excepción, podemos afirmar que el consumo de soja no afectó de forma negativa los niveles de testosterona en sangre[*2].
Existen otros ensayos que apuntan una relación inversa entre el uso de soja y el índice de testosterona en sangre [*3] y estudios que sugieren que una disminución del consumo de carne, al mismo tiempo que se eleva el de soja, también reduce los niveles de testosterona[*4]. En este último, la reducción del índice de testosterona era de esperar, ya que la carne se sustituyó por soja.
Si ponderamos las pruebas empíricas existentes, podemos comprobar que los asiáticos, que consumen grandes cantidades de soja, no padecen problemas de fertilidad, lo que sugiere que un uso alto de soja no afecta a las hormonas sexuales.
Una investigación reciente analizó diversos estudios en los que 51 grupos de voluntarios tomaban productos derivados de soja y no encontraron ninguna prueba que indicase que la proteína de soja o las isoflavonas reducen la testosterona o incrementan el estrógeno [*5].
Un estudio más relevante que los anteriores (ya que no tiene en cuenta únicamente las hormonas sexuales, sino también los efectos que ejercen diferentes tipos de proteínas sobre la masa corporal) mostró que no existían diferencias apreciables en cuanto a rendimiento, aumento de la masa muscular, porcentaje de grasa corporal ni niveles hormonales en la sangre de los sujetos que consumieron más soja y los que limitaron su uso [*6].
En dicho estudio, los individuos ingirieron una dosis de 50 g de proteína de soja al día
Conclusión
La proteína de soja se vio como un villano durante mucho tiempo. Sin embargo, lo que nos demuestran los estudios es que, a no ser que estemos hablando de unas cantidades diarias enormes (50 g, como mínimo), no hay razones para creer que la proteína de soja hace disminuir los niveles de testosterona y aumentar los de estrógeno.
A pesar de que las semillas de soja y las isoflavonas poseen actividad estrogénica, las cantidades que consumimos en la dieta no son suficientes para ejercer un impacto negativo sobre la testosterona.
Esto significa que la soja debería tenerse en cuenta como una fuente complementaria de proteína y no como la fuente principal de dicho nutriente.
Notas y referencias:
[*1] – Siepmann, T. et. al., i>Hypogonadism and erectile dysfunction associated with soy product consumption, Nutrition 27(7-8):859-62, Julio-Agosto 2011
[*2] – Goodin, S. et. al., Clinical and Biological Activity of Soy Protein Powder Supplementation in Healthy Male Volunteers, Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 16; 829, Abril 2007
[*3] – Nagata, C. et. al., Inverse association of soy product intake with serum androgen and estrogen concentrations in Japanese men, Nutrition & Cancer 36(1):14-8, 2000
[*4] – Effects of replacing meat with soyabean in the diet on sex hormone concentrations in healthy adult males, British Journal of Nutrition 84(4):557-63, Octobre 2000
[*5] – Hamilton-Reeves, J. et. al., Clinical studies show no effects of soy protein or isoflavones on reproductive hormones in men: results of a meta-analysis, Fertility & Sterility 94(3):997-1007, Agosto 2010
[*6] – Kalman, D, et. al., Effect of protein source and resistance training on body composition and sex hormones, Journal of International of Society & Sports Nutrition 23;4:4, Julio 2007
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness