¿NO DUERMES BIEN? REVISA TU NEVERA

Y os preguntaréis, ¿y qué tendrá que ver el insomnio con la dieta? Pues más de lo que quizás nos pensamos! Y es que lo que nos llevamos a la boca influye directamente en la calidad de nuestro sueño. Conozco a alguien que siempre me dice que si cena mucho tiene pesadillas, la primera vez que me lo dijo no acababa yo de creérmelo, pero al rato comprobé de primera mano que era una verdad como una catedral!

Quizás eres de las que a la que pone el culete en la cama se duerme como un tronco y no se vuelve a despertar hasta que el despertador empieza a «cantar». Sin embargo, quizás perteces a ese grupo de personas que a pesar de que se duerme enseguida, se despierta varias veces durante la noche sin saber por qué o abre los ojos tres horas antes de que suene nuestro «amigo» el despertador y ya no vuelves a conciliar el sueño por mucho que te empeñes (y eso da … rabia, mucha rabia!). ¿La consecuencia de todo esto? Ni descansas como quisieras, ni como realmente tu cuerpo y tu mente necesita. Y luego encima estás toda la jornada arrastrándote por los rincones.

Hay varias situaciones que nos pueden provocar estas alteraciones en el sueño: el estrés, las preocupaciones, los cambios hormonales debidos al embarazo o la menopausia, la ansiedad, los cambios de horario … Pero otras veces esas alteraciones pueden estar relacionadas con nuestra dieta: lo que comemos y cómo lo comemos.
Lo ideal es cenar ligerito y lo más temprano posible, o por lo menos hacerlo un par de horas antes de acostarnos, eso de cenar y pa’la cama, no es nada aconsejable.
Hay algunos alimentos, bebidas o hábitos que están desaconsejados si tienes dificultades para dormir y por lo tanto deberías evitar a la hora de la cena: el café, el chocolate o las especias, son estimulantes, el queso curado o las carnes rojas tampoco benefician al sueño, los platos excesivamente grasos por su dificil digestión o comer muy poco o demasiada cantidad.
Recuerda que aunque no tomes café por la noche, si durante el día bebes cuatro tazas, pues es probable que, si eres una un tanto nerviosa, por la noche te develes.
Un buen hábito es tomarte una infusión relajante un ratito antes de ir a dormir. Infusiones como la valeriana, la pasiflora, la melisa o la tila pueden ser tus grandes aliados. Un vasito de leche con miel también es una buena opción!

¿Qué alimentos son nuestros amigos en cuanto a dormir se refiere?

La leche, el yogur, los alimentos ricos en hidratos de carbono como la pasta, el pan o el arroz, la lechuga (gracias al lactuario, una sustancia sedante), alimentos ricos en hierro como los cereales, las lentejas o el pollo, ya que la pérdida de este está asociada al insomnio o los pescados con Omega 3 como el salmón o la caballa.

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Y vosotras, ¿sabíais de la relación dieta-insomnio? ¿soléis cenar ligero y alimentos poco pesados? ¿sois de las que nada más poner el pie en la cama estáis en el séptimo cielo o, por el contrario, soléis despertaros con facilidad?

Fuente: MY WELLNESS LAB

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