Mujeres: fuera el miedo a hacer ejercicios de musculación

Leyendo algunos comentarios en otros posts de este blog, he visto que ha surgido el tema del miedo de algunas mujeres a hacer ejercicios de musculación.

Aunque el tema ya se ha tratado, quería aportar mi visión sobre por qué es un error que algunas mujeres no quieran hacer ejercicios de musculación. Allá vamos.

Falso mito o problema de rol

Puede que sea por creencias mantenidas de forma errónea, o porque hay quien piensa que hay “ejercicios para mujeres” y “ejercicios para hombres”, pero es cierto que las mujeres tienen dudas a la hora de practicar ejercicios de musculación.

Bien porque en los gimnasios suele haber gran cantidad de hombres en la zona de máquinas y pesas (lo cual puede incomodar a las mujeres), bien porque los ejercicios de tipo cardiovascular (body pump, spinning, areo box y derivados…) suelen resultar más divertidos, o por ciertos temores infundados, las mujeres no se sienten atraidas por los ejercicios de musculación.

Miedo a volverse musculosas

Parece que hay un miedo a que el ejercicio con pesas provoque un aumento desmesurado del músculo. Algunas mujeres temen volverse muy musculosas… ¡como si eso fuera sencillo o repentino!.

Las personas dedican mucho tiempo y esfuerzo para aumentar volumen y conseguir una musculatura de gran tamaño… El miedo a que esto pase así, casi sin darte cuenta, es bastante irracional. Puedes entrenar tu musculatura durante bastante tiempo, notar como te haces más fuerte y resistente, y no vas a tener notables consecuencias estéticas (salvo para mejor).

Además, es una obviedad, pero el proceso es reversible: con que dejes de entrenar, el músculo irá perdiendo volumen, así que fuera el miedo a volverse Miss Olympia sin darse cuenta…

El engaño de tonificar

Por “tonificar” entendemos los ejercicios destinados a fortalecer la musculatura sin darle un volumen exagerado. Algo así como “endurecer” los músculos, sin parecer muy voluminosos.

Chicos, chicas, tonificar en la mayoría de los casos es un engaño para teneros en el gimnasio dándole a los pedales o pegando tirones a una máquina, haciendo series de muchas repeticiones con muy poco peso. Tan poco peso que supone un estímulo muy débil como para que el músculo necesite volverse más fuerte.

El músculo necesita estrés para aumentar su fuerza, así que no tengas miedo en entrenar con pesos, en series de cierta intensidad, para conseguir una ganancia real y en menos tiempo. Si no, mejor plantéate otra actividad (body pump, spinning…) que se adecue más a tus objetivos (ejercicio aeróbico, perder grasa) pero donde también puedas trabajar la fuerza muscular, no solo resistencia o ejercicio aeróbico.

Si tienes grasa localizada (abdomen, cartucheras…) no hay nada que necesites tonificar: primero tienes que comer de forma saludable. Luego tendrás que hacer ejercicio aeróbico de cierta intensidad, para ayudar a perder grasa y, además, tendrás que potenciar la musculatura para tener un aspecto saludable y no quedarte a medias.

Musculación: inversión en salud a largo plazo

Una alimentación saludable es lo básico para perder peso y estar sanos. El ejercicio aeróbico mejora el sistema cardiovascular, capacidad pulmonar y es muy saludable a todas las edades. Los ejercicios de musculación no van a ser menos, y también aportan beneficios a corto, medio y largo plazo.

Por ejemplo, una musculatura más fuerte ayuda a la persona a estar más preparada a realizar esfuerzos en su día a día, ya sea para las actividades cotidianas, en el trabajo o en cualquier ámbito.

Además, el estímulo de la contracción muscular intensa ayuda a mantener/mejorar la densidad de masa ósea, como comentamos en uno de los artículos sobre ejercicio físico y osteoporosis.

Por lo tanto, nunca está de más realizar un trabajo de musculación de cierta intensidad, ya seas hombre o mujer.

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