Un dia como hoy, 17 de julio, comencé a hacer Yoga… Cumplo 11 años haciendo algo que me fascina, y sobre todo, que no me cansa… no se cuántas veces en mi vida habré hecho trikonasana, virabhadrasana, sarvangasana… son posturas que hago casi todos los días desde que comencé esta historia, pero por raro que parezca no me cansan… como un guerrero infatigable.
No se de donde me vino a mi eso de querer hacer Yoga… mis padres tampoco lo saben, ellos nunca lo han practicado, ni en mi familia se ha hecho mucho deporte siquiera. Pero lo que si recuerdo es ir a la India, la de El Corte Ingles jajajaja, con 12 años y con mi poco dinerillo comprar ya inciensos, algún bolso étnico o cualquier cosilla que me transportara a ese mundo tan exotico y místico para mi… era un poco bicho raro para ser una niña. Tengo claro que me gustaba todo lo que fuera diferente de mi cultura, me fascinaba y me fascina conocer otros mundos, otras gentes y sus costumbres.
La parte meditativa también me ha llamado mucho la atención desde siempre… con 14 o 15 años le dije a mi madre que quería ser monja!!!!… jajajaja, no se, me llamaba la atención eso de no hablar, de estar tranquilita, de mirar para los interiores… Pero ella me dijo, Eva… que entonces no vas a poder escuchar a Depeche Mode o The Cure… y claro… cambié de opinión, esa son razones de peso jajaja.
Total que pasaron los años y a punto de terminar la carrera de Historia, estar con la autoestima por los suelos, y por todo ello mi concentración anulada… decidí ponerme a buscar algún sitio donde hacer Yoga. Algún documental o programa en la televisión había visto y sabía de lo que iba, así que solo tenía que ponerme a rastrear algún sitio cercano a casa. Pero final tuve que darle las gracias a la informática, me explico. Me compré mi primer ordenador, y claro le hacía falta una impresora. Me llegué a una tienda de informática del barrio de al lado, compré el cacharro y saliendo por la puerta con esa caja enorme entre mis brazos, me topo de frente con un cartel que ponía, YOGA…. Que nerviosa me puse… Era un gimnasio pequeño de barrio, y pensé que era el lugar ideal para empezar a conocer esa disciplina. Meses atrás la madre de una amiga empezó en un centro de Yoga y la verdad que la experiencia fue un poco negativa… bueno bastante. Tuvieron que sacarla de allí porque a la mujer se le estaba yendo un poco la cabeza… por el centro o por ella, eso ya no recuerdo, pero quieras que no en un gimnasio de barrio la cosa sería mas normal.
La verdad que la cosa con el Yoga empezó con un poco de esfuerzo, porque eso de empezar las clases en tus vacaciones de verano, a las 8 de la mañana, tenía delito… pero vamos que yo me levantaba lunes, miercoles y viernes sin problema y con mucha ilusión. Pero es que después, al empezar las clases en la facultad, tuve que pasarme al Yoga de la tarde, bueno mas bien noche porque era de 10 a 11… jajajaja. Pero me gustó tanto, tanto, que no me importó… y pasaron los meses y no me aburría… y llegó el invierno y veía el termómetro de carretera Cádiz a 5º y yo yendo o viniendo de Yoga… y un año y otro… a ese gym y después a otros… porque a mi el sitio me daba igual, yo seguía a mi maestro, Jose Antonio, que no es muy conocido, que no es ni mejor ni peor que otros(bueno para mi es el mejor), pero que me enseñó algo que ya se me ha metido para siempre en mis interiores… que llegué a vivir de ello sin que se me hubiera pasado por la cabeza alguna vez en mi vida, y que si dejo de ser profesora, seguiré unida al Yoga de alguna u otra manera.
Y bueno, espero que como mínimo pasen otros 11 años mas disfrutando de esta disciplina milenaria que me cambió la vida, me ayudó en momentos muy duros y me hizo despertar.
OM SHANTI (Os deseo Luz)
Fuente: Yoga de andar por casa