¿Acaso hay algo mejor que correr por el centro de Madrid? Esta mañana la capital ha cerrado al tráfico sus calles más céntricas para que tuviera lugar la carrera Madrid corre por Madrid. Más de 10.000 corredores hemos tomado las calles desde primera hora del día para disfrutar de un recorrido por el Madrid más monumental. Pocas veces se puede disfrutar de lugares tan emblemáticos como la Gran Vía sin un sólo coche y con una multitud corriendo… ¡y lo hemos disfrutado como se merece!
Los nervios previos a toda carrera me jugaron (una vez más) una mala pasada: 02:00 de la madrugada del sábado, y yo con los ojos como platos, pensando en el madrugón que me esperaba al día siguiente… Aún así, a las 7:00 ya estaba en pie para prepararme con calma y acudir hasta el Parque del Retiro, donde daría comienzo la carrera. Había quedado allí con unos socios del gym y compañeros de trabajo: ¿sería imposible encontrarnos entre los 10.000 runners participantes? Impossible is nothing! No me preguntéis cómo, pero nos encontramos: sincronizamos relojes, activamos las apps, preparamos las playlists especiales para la carrera y… ¡pistoletazo de salida!
Salimos del Retiro rumbo a la calle O’Donnell y, al pasar por el túnel lo único que se escuchaba por encima de mi música eran los gritos de ánimo de todos los corredores: ¡adrenalina pura! Enfilamos para Cibeles y llegó la primera prueba de fuego: la subida de Gran Vía hasta Callao. Madre mía, qué largo se me hizo… ¡pero llegué! Bajamos por Preciados, puerta del Sol, Bailén…
Y al llegar a la confluencia de Alcalá con Gran Vía… ¡calambrazo en la rodilla! Ya iba lesionada de antes: ya os conté que durante años le he metido mucha tralla a las piernas, y hoy me he resentido durante la carrera. A los 42 minutos del comienzo sentí que la rodilla me fallaba y tuve que continuar caminando: bajé hasta Cibeles y me dirigí hacia el Retiro un poco triste, no lo voy a negar… Allí, pude disfrutar del ambiente de meta: ¡enhorabuena a todos los que lo conseguisteis, campeones!
Aunque no pude terminar en buenas condiciones, el desayuno post-carrera no se perdona, así que me reuní con mis compis de carrera para tomarnos algo y comentar impresiones. ¡Felicidades a todos mis chicos, que además hicieron muy buenos tiempos! Después de tanto entrenamiento en el gimnasio, se lo merecen 😉
La organización fue estupenda, y el buen rollo que se respiraba total. Por aquí ya estamos pensando en la siguiente, aunque yo os aseguro que volveré a mis buenas costumbres y la haré en patines! ¿Nos vemos en la próxima?
Fuente: Lady fitness