Muchos de nosotros ya la habremos visto extenderse a lo largo del asfalto de Barcelona esto últimos días. Es una delgada línea azul que congregará este próximo domingo a miles y miles de corredores, casi 20.000, ansiosos por recorrer cada uno de sus 42.195 metros de largo y depositando en ella todas las ilusiones, esfuerzos, sacrificio, sufrimiento, pasión, voluntad… que han demostrado estos últimos meses de entrenamiento.
Será mi segunda maratón “a pelo”, sin contar las 4 que ya llevo en los Ironman, y al contrario que en la edición del 2010, en donde era un manojo de nervios por rendir según lo previsto (finalmente me salió bien y bajé de las 3 horas, haciendo 2h55’), en esta ocasión mi objetivo es distinto. No correré solo para mi, sino que lo haré también para mis amigos y concretamente para mi pupilo Jaume y Mariano, con la meta de marcarles el ritmo, animarles y empujarles si hace falta para que crucen la línea de llegada, el último centímetro de esa línea azul, en un tiempo inferior a las 3 horas.
Personalmente me encuentro en un estado óptimo de forma en la carrera a pie (habiendo conseguido ser sub36’ el pasado domingo en los duros 10kms de Sant Boi y buscando el sub35’ el próximo 22 de abril en la Cursa dels Bombers) y con la seguridad de que hubiera podido mejorar con creces mi marca de hace 2 ediciones, acercándome o bajando incluso de las 2h50’, pero en estos momentos lo que más me llena es ayudar a estos compañeros a que cumplan uno de sus sueños.
42 kms por delante… GO HARD OR GO HOME…