Hoy quiero hablaros de algo que siempre me ha llamado la atención y que, aunque por ahora no lo practico a pies juntillas, siempre me gusta tener en cuenta alguna de sus recomendaciones. Se trata del FENG SHUI, literalmente «viento y agua». Vivimos en una sociedad asfixiada por el estrés, las prisas, la contaminación, el mal carácter, el sedentarismo y la impaciencia (entre otras muchas cosas), así que vivir de una forma tranquila y equilibrada se ha convertido en algo que parece inalcanzable.
Hay varias vías por las que podemos recuperar un poco la cordura y el bienestar interior, de alguna de ellas ya hemos hablado en el Blog, como la práctica del yoga o la meditación, la práctica de deporte, el contacto con la naturaleza, llevar una dieta lo más saludable posible y dedicarle el tiempo a lo realmente importante. El FENG-SHUI es otra de esas herramientas que podemos utilizar para crear armonía a nuestro alrededor y, por lo tanto, beneficiarnos interiormente. Es cierto que es prácticamente imposible cambiar la sociedad en la que vivimos, pero sí que podemos actuar sobre el espacio que nos afecta directamente: nuestra casa y nuestro lugar de trabajo.
Según el FENG-SHUI, con su práctica podemos aumentar las posibilidades de bienestar y éxito en las diferentes áreas de nuestra vida. Es un arte milenario que tiene como objetivo lograr la armonía entre las personas y el medio que las rodea. Y, ¿cómo lo consigue? Mediante el uso adecuado de colores y formas y, mediante la ubicación de los objetos que ocupan los espacios. Se trabaja para que la energía positiva fluya correctamente a nuestro alrededor. Nuestra casa es un reflejo de nosotros mismos.
Hace relativamente poco que este arte milenario chino viene aplicándose en Occidente, quizás por desconocimiento o quizás porque a priori nos puede parecer un tanto complicado llevarlo a la práctica. Pero lo cierto es que a todos nos encanta sentirnos a gusto y en paz en nuestra casa. Así que hoy quiero compartir con vosotras unos consejillos fáciles de llevar a cabo, basados en el Feng-Shui y que harán que sintamos una mayor armonía y equilibrio en nuestro hogar o lugar de trabajo.
Hoy hablaremos del Feng Shui en tres estancias en concreto: el estudio, el baño y el dormitorio.
ESTUDIO
Vamos a ver unos consejos para aplicar el feng-shui en nuestro estudio. El estudio es un lugar adecuado para la concentración, por ello es importante que utilices el elemento agua en este espacio, que representa profundidad, fluidez, prosperidad, introspección y creatividad. Los colores adecuados son el azul marino, verde y anaranjado, ya que son dinámicos.
Asegurate de que no estás sentada de espaldas a la puerta, sino le estaríamos dando la espalda a la energía positiva que entra por la puerta. Por supuesto, mantén tu escritorio limpio y ordenado. No te olvides de tener en el estudio flores o plantas de interior y recuerdos personales que te mantengan conectada con las personas que quieres y te dan fuerza. Las plantas y flores deben ser frescas y deben ser renovadas al marchitarse. Es mejor evitar cáctus (yo ya he quitado el mío) porque, a pesar de que absorben las vibraciones de los ordenadores, sus espinas generan energía de conflictos.
Así que buena iluminación, orden, plantas y agua son cositas que no pueden faltar en tu lugar de trabajo. Os dejo con esta fotografía explicativa de la mesa de trabajo que me ha gustado mucho (en inglés).
EL BAÑO
El baño es un lugar que simboliza la purificación del cuerpo y de la mente, así que imprescindible mantenerlo limpio y ordenado. Se recomiendan tonos suaves, concretamente la paleta de los azules, que según los principios del feng-shui, mantiene la energía yin, promoviendo así una sensación de calma y paz. Otras recomendaciones:
* El baño no debe colindar con la cocina, ni estar muy cerca de la puerta de entrada. (En mi casa mal vamos … está pegadito a la cocina).
* Las puertas del baño deben permanecer siempre cerradas.
* La tapa del inodoro siempre bajada, y los desagües tapados.
* El agua está íntimamente asociada a la prosperidad, por lo que la pérdida de esta reflejaría en cierta forma una mala economía (y no está la cosa como para que vaya peor …)
* Todo baño lleva de serie los elementos energéticos: agua, metal y tierra, así que sólo nos faltaría la madera y el fuego. Como elemento madera podemos utilizar, por ejemplo, esencias, jabones o plantas verdes. Como elemento fuego nos servirá un ambientador eléctrico, incienso, velas o una buena iluminación.
EL DORMITORIO
El dormitorio es uno de los lugares fundamentales en nuestra vida, ya que es donde descansamos, soñamos, reflexionamos, convivimos, … Un dormitorio con buen Feng Shui hará que nos despertemos relajados, vitales y tranquilos. ¿Qué debemos tener en cuenta?
* Evitar disponer la cama frente a la puerta o frente a un baño, ni tampoco cerca de una viga (las vigas reflejan el peso que recae sobre nuestros hombros).
* Espejos, televisión frente a la cama y plantas son malos compañeros en nuestra habitación.
* A veces coleccionamos demasiadas cosas en nuestra habitación, procura que todas ellas estén vinculadas a cosas positivas.
* Armarios ordenados y no repletos hasta los topes!!! Prescinde de todo aquello que no uses. El Feng Shui cree en el equilibrio, así que eliminar lo que no utilizamos nos permitirá hacer sitio para que llegue a nuestra vida algo que sí que nos sea útil. Además dejar espacios sin ocupar dentro del armario ayuda a que fluya la energía positiva. ¿Cuántas cosas tienes que hace más de dos años que no te pones?
* Si tienes cama de matrimonio siempre un único colchón, olvídate de dos colchones juntos.
* Fuera escritorios con ordenador y máquinas de gimnasia dentro del dormitorio, son elementos que nos recuerdan constantemente qué debemos hacer.
* En cuanto a la ropa de cama debemos evitar colores fuertes, rayas y estampados y optar por colores suaves y lisos.
* ¿Sabías que depende de la orientación que tenga tu cama estás favoreciendo unas u otras cosas?
Una cama orientada al Sur fortalece la intuición y estimula los sueños y la capacidad de retención. Una cama orientada al Norte favorece la salud y la energía vital. Una cama orientada al Este provoca dinamismo y ganas de vivir. Una cama orientada al Oeste constituye un buen mecanismo contra el estrés y la agitación.
¡Espero que os haya resultado curioso e interesante!
Fuente: MY WELLNESS LAB