Al estar suscritos a una cesta ecológica, recibimos las frutas y hortalizas de temporada y del terreno. Comerlas es lo más natural y sano. Antaño no había otra. Hoy, tiempo de cámaras frigoríficas y transporte aéreo, es raro.
Para sacarle todo el jugo a las hojas de remolacha, por supuesto, consulté en la red. Lo primero que saltan son las sopas polacas, que en una ocasión probé. Finalmente hice mi propia versión simplificada y mediterránea:
Ingredientes:
– 2 remolachas enteras, con hojas.
– 1 nabo
– 1 cebolla
– pizca de sal marina natural
– 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Lavar bien las remolachas enteras y hervirlas durante media hora en una olla profunda. Es importante no trocear la remolacha antes de hervirla, porque se desangran.
Una vez hervidas, reservar el agua. Verterlo en otra olla pero sin apurar, pues en el fondo pueden depositarse restos de tierra, por muy bien que se laven.
Separar las hojas. La remolacha se pela y se puede utilizar para ensalada. Las hojas se trocean y vuelven a hervirse en el agua reservada, media hora junto con el nabo pelado y troceado en rodajas, la cebolla igual, con la sal y el aceite. Así de fácil.
Delicia.
A los niños se les puede ofrecer el caldo, que está bien rico.
Fuente: Yoga Sala Málaga