Fisicoculturismo: ¿Porqué usar diferentes tipos de proteína?

Por Matt Weit

Entrad en Internet y poned la palabra proteína en algún buscador… ¿Qué encontráis? Una lista kilométrica de marcas y diferentes tipos de proteína. Este artículo no versa sobre ninguna marca de proteína, sino sobre el tipo de proteína. Sí, he dicho tipo, porque puede que algunos de vosotros no seáis conscientes de que existen distintos tipos de proteínas para diferentes propósitos. Rayos, seguro que hay gente que nunca se le ha ocurrido leer con atención la etiqueta de un bote de proteína para averiguar qué ingredientes contiene.

Este artículo arrojará algo de luz sobre el tema y dilucidará qué tipo de proteína necesitáis y cuándo.

Bueno, vamos a tomarnos unos minutos para realizar una rápida evaluación sobre un tema muy popular y sin embargo no siempre bien comprendido. Como culturistas sabéis perfectamente que los músculos se componen de proteínas y por tanto sin un generoso aporte de éstas en la dieta es muy difícil lograr construir grandes músculos. Pero cuando se busca obtener los máximos resultados, el tipo de proteína y el momento en que se consume constituyen la clave de los progresos.

Concentrado de suero

El concentrado de suero es una de las más abundantes formas de proteína que se encuentran en los envases que llenan las estanterías de todas las tiendas especializadas. Los que buscan una fuente de proteína básica, de buena calidad y a un precio asequible encontrarán una oferta bastante extensa de proteínas de concentrado de suero lácteo. Esto es una gran ventaja para quienes, como los principiantes, desean elevar su consumo de proteínas sin tener que dilapidar o aligerar en exceso su cartera. El suero se tolera muy bien y es raro que produzca empacho, gases o flatulencia, siempre y cuando no se mezcle con leche, que es la que sí puede provocar esas molestias. Este tipo de proteína se digiere con bastante celeridad, así que se emplea tanto antes como después de entrenar y también puede emplearse como tentempié entre comidas. No obstante, este no es tipo idóneo de proteína para ser usado de noche.

Proteína de caseína

Si buscáis un tipo de proteína que se digiera lentamente durante el transcurso de varias horas y que podáis usar como comida, o incluso mejor, justo antes de ir a dormir, entonces optad por la proteína de caseína. Si antes de iros a dormir tomáis una proteína derivada de la caseína permaneceréis en estado anabólico durante toda la noche y seréis capaces de utilizar la proteína para reparar los músculos. Este tipo de proteína tarda entre cinco y siete horas en digerirse por completo, lo cual permite que el cuerpo vaya absorbiendo y utilizando los nutrientes mientras estáis dormidos. También se puede utilizar durante el día para sentirse satisfecho y mantener un constante suministro de proteína y aminoácidos a los músculos durante horas después de haberla consumido. Otro punto positivo de esa fuente proteínica es su elevado contenido en glutamina. La glutamina ayuda a estimular el sistema inmune y a acelerar la recuperación. Por descontado, esta es la fuente perfecta a elegir para utilizar de noche antes de acostarse.

Aislados del suero

Los aislados del suero son una de las fuentes proteínicas de más rápida absorción que existen. (pero no La más rápida, ahora llegaremos a eso). Algunos encuentran este tipo de proteína un poco cara (más que los concentrados del suero), lo cual es lógico puesto que es musió más pura, pero tampoco es la fuente más cara, que enseguida veremos. Los aislados de proteína de suero son perfectos para aquellos que siguen una dieta baja en hidratos de carbono. La mayoría de los aislados presentes en el mercado, si son puros, contienen apenas carbohidratos o glúcidos. Los aislados del suero constituyen la fuente proteínica idónea para antes y después del entrenamiento porque se absorben muy rápidamente, ya que casi no necesitan digestión y proporcionan los nutrientes necesarios para la recuperación y el crecimiento.

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