Eliminar los carbohidratos de nuestra dieta puede ser peligroso

Los carbohidratos o hidratos de carbono son sustancias químicas y la fuente principal de energía de nuestro cuerpo.

Se pueden encontrar de dos tipos; Simples, encontrados en dulces y alimentos basura y complejos, encontrados en los alimentos saludables como el arroz, avena, vegetales etc.

Los carbohidratos son transformados por el organismo en glucosa al ser digeridos. Esta al ser transporta por la sangre se convierte en glucógeno, que se almacenará en el hígado y músculos. Lo que posteriormente será la energía de la que dispondrá el organismo para funcionar correctamente.

Existen algunas dietas basadas en alimentos solo de origen proteínico, y aunque a primeras puede ser beneficioso para eliminar grasa y conseguir masa muscular, a la larga eliminar los carbohidratos completamente puede ser una mala decisión que puede traer efectos secundarios como mareos, dolores de cabeza, perdida de músculo, arritmias entre otras.

Otro factor a tener en cuenta es el cerebro, el cual se alimenta de glucosa, por lo tanto sino ingerimos carbohidratos no se producirá glucosa y el cerebro no estará alimentado correctamente, por lo que puede sufrir a largo plazo algún tipo de daño.

La mejor manera de ingerir carbohidratos sin entorpecer nuestras dietas de definición es incluir en el desayuno, a ser posible integrales como el arroz integral o la avena, para mantener los niveles de glucógeno óptimos y tener un funcionamiento pleno del organismo.

¿Cuántas calorías se necesitan para mantener el peso?


Para mantener nuestro peso estable es sabido que debemos quemar tantas calorías como las que consumimos. Obviamente no se trata de estar todos los días haciendo cálculos y sumando y restando: seguir un estilo de vida saludable, con una alimentación balanceada y ejercicio físico todos los días.

De todos modos, llevar un control de lo que comemos es una buena manera de saber si vamos por buen camino para mantener el peso. Hay varias formas de saber cuántas calorías necesitamos para no excedernos y engordar. Una de ellas es la de la tasa metabólica basal.

Tasa metabólica basal. ¿Sabías que gastamos 1000 calorías diarias tan solo realizando las funciones básicas de nuestro organismo, como la respiración, la digestión y la circulación? El número de esas calorías que todos necesitamos para cumplir nuestras funciones vitales se denomina “metabolismo basal” o “tasa metabólica en reposo”.

¿Cómo se calcula la tasa metabólica basal? Existe una ecuación – la ecuación de Harris Benedict- que nos permite conocer ese número. Este cálculo depende de la edad, sexo, altura y peso de cada persona.

Para hombres: MB = 66 + (13.7 x P) + (5 x A) – (6.76 x E)
Para mujeres: MB = 655 + (9.6 x P) + (1.8 x A) – (4.7 x E)

Donde dice P debes poner tu peso en kg; A refiere a la altura de la persona en cm, y E la edad en años.

Recuerda que, como te decimos siempre, obsesionarse con los números no es la solución. Tampoco sirve enfermarse contando las calorías de cada alimento que ingerimos. Tan solo acostúmbrate a una alimentación sana y haz actividad física, y verás que naturalmente tu cuerpo consumirá las calorías que necesita.

Los peligros de las dietas proteicas

Las dietas ricas en proteínas son la última moda entre los famosos y la mayoría de personas que quiere perder unos kilos de la manera más rápida y sencilla. La tendencia a adoptar este tipo de dieta es algo que se repite día a día, y es que adelgazar sin dejar de comer es una opción muy apetecible. Pero este tipo de dietas puede tener más inconvenientes de los que pensamos. Por ello en esta ocasión vamos a detenernos en los riesgos que tienen las dietas ricas en proteínas.

Una dieta rica en proteínas se caracteriza porque los alimentos que se consumen son muy ricos en proteínas, la carne, el pescado, los derivados lácteos… En estas dietas se excluyen aquellos alimentos que contienen altas cantidades de hidratos de carbono, así como los azúcares e incluso las frutas y verduras, por contener este tipo de nutrientes que rompen la constante de una dieta basada en un tipo de nutriente determinado.

Características de este tipo de dieta

Es cierto que este tipo de dieta te hace perder kilos de manera rápida, pero ¿a qué precio? las consecuencias pueden ser devastadoras para nuestro organismo. Por ello es necesario que sepamos a lo que nos estamos arriesgando al ingerir solamente un tipo de alimentos basados en un tipo de nutriente y nada más. Además, este tipo de dietas no tienen unos efectos duraderos, ya que al retomar la dieta habitual los kilos perdidos se ganan con mucha facilidad.

Efectos físicos

Además de no ser un tipo de dieta demasiado efectiva, debemos destacar que al ingerir altas cantidades de proteínas pondrá a trabajar a determinadas partes de nuestro cuerpo en exceso, como es el caso de los riñones y del hígado, que recibirán un sobreesfuerzo poniéndose en peligro.

El cuerpo necesita siempre hidratos de carbono para tener energía. Al no ingerirla a través de los alimentos, lo que conseguiremos será activar un mecanismo por el que el cuerpo destruirá parte de la masa muscular para obtener energía. Esto es parte del peso que se pierde, pero al perder masa muscular lo que conseguimos es ralentizar el metabolismo, ya que nuestro cuerpo consume mucha menos energía en reposo. Este hecho es el que hace que al volver a comer igual aumentemos de peso rápidamente e incluso lo hagamos más rápido que antes de comenzar la dieta.

La glucosa es el combustible de nuestro cuerpo, y se obtiene de los hidratos de carbono. Al no ingerir este tipo de nutrientes lo que conseguiremos será que se produzca lo que se conoce como cetosis, es decir, la obtención de la energía a través de las grasas, que desencadenará en nuestro cuerpo cambios fisiológicos que se traducen en malestar, desgana, nauseas, mareos… Este cambio hace que los fluidos corporales se vuelvan más ácidos, algo que puede producir alteraciones nerviosas y fallos en la capacidad contráctil de las fibras cardiacas.

Esta bajada del PH de los fluidos corporales darán a nuestro cuerpo vía libre para ser más proclive a padecer enfermedades crónicas. Pero no solo esto, sino que el organismo no aprovechará bien los nutrientes que ingerimos, ya que se centrará en la búsqueda de glucosa que no encontrará en los alimentos. Esto nos dará fuertes carencias de nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.

La falta de fibra en este tipo de dietas hará que nuestro organismo no esté en perfecto estado, ya que el estreñimiento hará acto de presencia, evitando eliminar las sustancias de deshecho del organismo. Junto a esto hay que tener en cuenta que la mayoría de los alimentos ricos en proteínas tienen altas cantidades de grasas, que hará que nuestros niveles de colesterol, ácido úrico y triglicéridos aumente considerablemente, poniendo en riesgo nuestra salud.

Por estos motivos es necesario que tengamos cuidado a la hora de elegir como adelgazar, pues la mejor solución y la más duradera es seguir una dieta equilibrada y practicar deporte de manera habitual, ya que los resultados obtenidos serán duraderos y nos ayudará a mantener un organismo en perfecto estado.

Mitos: Partir los alimentos en pequeños trozos ayuda a eliminar calorías

A la hora de cuidar nuestra línea muchos son los trucos que cada uno de nosotros tiene. Algunos de ellos son verídicos, pero otros son solamente un mito, y es que a veces las creencias sobre la alimentación se escapan de la lógica.

Un ejemplo claro de esto es la idea que muchos tienen concebida de que partir los alimentos en pequeñas porciones engorda mucho menos que ingerirlos enteros. Esta creencia se confunde con otra cosa que nada tiene que ver con las calorías de los alimentos, y que es la digestión. Por este motivo queremos desmentir una creencia que durante años se ha seguido a rajatabla por muchas personas que quieren perder peso.

En muchas ocasiones seguro que alguno de nosotros nos hemos topado con personas que nos han recomendado partir por ejemplo las galletas en pequeños trozos y así conseguir disminuir el aporte calórico de estas. Seguro que por curiosidad lo hemos hecho para ver sus resultados y no hemos notado nada. Realmente ingerir los alimentos en pequeños trozos no disminuye las calorías de éstos, sino que nos puede ayudar a perder peso, pero de otra manera.

Esta idea no es que sea un mito en sí mismo, sino que se trata de un mito a medias, y es que el concepto está mal entendido por muchas personas. Los alimentos no van a reducir su aporte nutricional por partirlos, sino que lo que conseguimos es otra serie de efectos. Si partimos los alimentos en pequeñas porciones las calorías y las grasas que tanto nos preocupan a la hora de mantener la línea, se mantendrán intactas, por lo que esto no es una buena solución para ingerir alimentos ricos en estos nutrientes sin que el peso no lo sufra.

Eso sí, partir los alimentos en pequeñas porciones es una buena forma de mejorar la digestión de los mismos y agilizar la asimilación de estos, y con ello conseguir un aprovechamiento óptimo de los nutrientes. Al ingerir porciones más pequeñas de alimento lo masticamos mejor y lo ensalivamos muy bien, reduciendo mucho el tiempo que nuestro cuerpo tarda en hacer la digestión. Este fenómeno acelerará el metabolismo y conseguiremos quemar más calorías que si comemos los alimentos casi enteros y sin masticar.

No debemos pasar por alto que también comemos por la vista. La forma de presentar los alimentos tiene mucha importancia a la hora de ingerirlos. Si partimos los alimentos en pequeñas porciones nos parecerá que estamos ingiriendo más cantidad de alimento, cuando realmente comemos lo mismo. Además, al tardar más en masticar la sensación de saciedad es mayor, por lo que esto puede ser una buena forma de limitar lo que nos llevamos a la boca.
Como ya sabemos, masticar bien los alimentos es la mejor manera de agilizar la digestión, y desde luego que cortar los alimentos en pequeños trocitos es el paso para conseguirlo, aunque este acto no disminuye el número de calorías ni de grasa de los alimentos. Simplemente nos sirve para mejorar nuestras digestiones y aprovechar al máximo cada bocado que damos a los alimentos

Fuente: Entrenate ya

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