POR QUE NO CONSIGO LOS OBJETIVOS?
Esta es la eterna pregunta que tantas y tantas veces nos hacemos cuando observamos que los resultados esperados no están llegando o al menos, no como nos gustaría.
Ante esto cabría analizar varios aspectos a tener en cuenta y de los que estoy seguro, pasamos por alto en la mayoría de ocasiones, bien por desconocimiento o bien por descuido propio.
Todos sabemos que los principales motivos que nos llevan a comenzar el binomio dieta-ejercicio cuando pisamos un gimnasio o contratamos el servicio de un entrenador personal, son la pérdida de peso o la ganancia de masa muscular, y no precisamente en ese orden. También es cierto que en otras ocasiones lo que pretendemos es simplemente mantenernos, lo que no significa que no tengamos que realizar unas pautas de entrenamiento y dieta personalizadas.
Para conseguir marcar las diferencias entre quedarnos siempre a medias en nuestra planificación, o por el contrario, materializar nuestros objetivos en metas cumplidas, hacen falta concretar algunos aspectos prácticos, técnicos y principios básicos que, tanto monitores, como entrenadores e instructores, han olvidado en algún rincón de su escritorio.
PLANIFICACION DEL ENTRENAMIENTO
Las rutinas de entrenamiento deben ser matizadas para cada caso. Y la verdad es que si no existen contraindicaciones como regla general, podríamos servirnos de muchas de las rutinas «tipo» que existen en los gimnasios, aunque con ello condenemos nuestros verdaderos objetivos.
Pongamos un claro ejemplo del desconocimiento deportivo:
Al empezar nuestra rutina..¿tenemos en cuenta la importancia de respetar los tiempos de descanso entre series? Veo constantemente tanto en principiantes como en veteranos, realizar series eternas y repeticiones efímeras en un visto y no visto, que rompen completamente con los principios de la recuperación muscular.
Cuando incorporamos a nuestro plan de entrenamiento el ejercicio cardiovascular, ¿sabemos en que rango de pulsaciones debemos movernos para conseguir nuestras metas? Perder más masa grasa, ganar potencia, velocidad o simplemente aumentar nuestra capacidad aeróbica, son el resultado de mantener nuestras pulsaciones dentro de unos límites determinados.
DIETAS PERSONALIZADAS
Como no podía ser de otra manera, las dietas supuestamente «personalizadas», son la punta de nuestro iceberg, la cabeza visible de todos nuestros esfuerzos. Pero por mucha prisa que tengamos en ganar o perder peso, hay que ser muy cautos respecto a estos temas. Nadie se sorprenderá cuando diga que “todo el mundo entiende de dietética y nutrición”, ni tampoco se alarmará si digo que la velocidad con la que estas dietas “modelo” pasan de mano en mano es digna de estudio científico. Pero nada mas lejos de la realidad.
Lo que ha funcionado en una persona NO tiene por qué funcionar en otra ni muchísimo menos. De hecho, si utilizamos la lógica, no existe un cuerpo 100% idéntico a otro. Cuando «los profesionales» del deporte nos deleitan con alguna de estas dietas, no se preocupan ni lo más mínimo en calcularte tu IMC (índice de masa corporal), porcentaje de masa grasa, metabolismo basal (TMB), gasto calórico diario, contraindicaciones y otros tantos aspectos importantísimos a tener en cuenta cuando realizamos un plan alimenticio.
Como en el caso anterior, veámoslo con un ejemplo que nos ayude a su mejor comprensión.
Pedimos al monitor de nuestro gimnasio que nos elabore una dieta para perder un poco de peso. Cuando digo monitor, también digo amigo, vecino, primo o “aquel” que le hizo perder a “fulanito” 30 kg sin darse ni cuenta.
Tras estar durante varias horas realizando un exhaustivo estudio sobre tu persona, (irónicamente hablando claro. Todos sabemos que esto casi nunca ocurre) nos trae, pasados unos días, la ansiada dieta con la que perderemos todos los kg que nos sobran. La leemos atentamente y aunque nos parece poco variada creemos que, con un poco de esfuerzo y constancia, la podremos llevar a cabo.
Pero hay algo que verdaderamente me alarma en todo esto. ¿Qué ocurre si somos hipertensos, diabéticos, padecemos hiper o hipotiroidismo, somos alérgicos al gluten, retenemos líquidos o tenemos intolerancia a la lactosa? ¿se nos ha preguntado alguna vez sobre esto? ¿que nivel de profesionalidad y conocimiento del tema tiene la persona que nos ha elaborado la dieta? ¿verdaderamente se individualiza pensando única y exclusivamente en nosotros?
Roza la evidencia que si una dieta pesa 2.500 Kcal y nuestro gasto calórico diario no llega a esta cantidad, estaremos acumulando 500 kcal de más en nuestro cuerpo. Contrariamente a lo dicho, si tenemos un déficit calórico demasiado acusado, nuestro organismo reaccionará como mecanismo de defensa ralentizando el metabolismo, y consiguiendo como contrapunto, un estancamiento progresivo en la pérdida de nuestro peso. Este tipo de dietas tan agresivas tienen efectos devastadores: el temido efecto yo-yo, desnutrición, rotura de las fibras elásticas piel, (famosas estrías) y un largo etcétera.
CONCLUSION
Cuando decidimos empezar un plan de entrenamiento y/o una dieta ajustada a nuestros objetivos, no debemos perder cuidado en preguntar e informarnos hasta la saciedad. Y no solo por el simple hecho de solventar todas nuestras dudas e inquietudes, sino porque es nuestro cuerpo el medio y el fin por el que hemos decidido hacer esto, siendo él mismo quien refleje el resultado de nuestras acciones….por supuesto con todas sus consecuencias.
EL APORTE DE SIN QUIMICA
Desde Deporte sin Química, queremos poner a vuestro alcance una serie de aplicaciones y artículos que puedan ayudaros a tomar el control de todos aquellos aspectos del entrenamiento no tenidos en cuenta en el momento de la planificación.
Esperamos que os sean de gran utilidad no sin antes recordaros, que cuando el deporte se convierte en una obligación…deja de ser deporte.
RECURSOS:
- Tiempos de descanso
- Calculadora IMC – Masa Grasa – Masa Magra
- Calculadora Zonas de entrenamiento – pulsaciones
- Calculadora gasto calórico diario – TMB – Gasto por actividad
- Guía Nutricional
- La dieta del deportista
Fuente: Deporte sin Quimica