Las estadísticas muestran que la deficiencia en el consumo de calcio y vitamina D coincide con el alto predominio de la obesidad. Como resultado, ha habido gran interés por parte de los laboratorios en aclarar el mecanismo a través del cual el calcio y la vitamina D regulan el peso y la grasa corporal.
Pruebas clínicas aleatorias con suplementación de calcio y vitamina D han mostrado un efecto directo en la utilización de las grasas. El aumento en la suplementación diaria puede incrementar la quema de grasa corporal. Entre estos estudios, el calcio es capaz de aumentar la cantidad de grasa desechada en las heces.
El calcio y la vitamina D pueden aumentar la termogénesis inducida por la dieta o el “efecto térmico de la comida”.
Sí, la comida correcta puede mejorar tu capacidad de quemar la grasa. Lo hace al aumentar la liberación y el desglose de las grasas, así como al inhibir las enzimas lipogénicas, las cuales producen grasa. Adicionalmente, la suplementación puede llevar a una disminución en el apetito y así menos ingesta de energía.
Entender la cantidad de calcio y vitamina D necesarios para optimizar estos efectos es el próximo paso de las investigaciones.
Fuente: Ejercicios y Fitness