Ciertos excesos en las comidas durante el verano pueden afectar a nuestro equilibrio y bienestar, y originar trastornos como aumento de peso, peores digestiones y un descenso en nuestra vitalidad.
Un aumento de los azúcares y las grasas en nuestras comidas hace que se acumulen toxinas, colesterol y ácido úrico en nuestro organismo, sustancias que acumuladas en el tiempo pueden desembocar en un problema cardiovascular. Por ello, es conveniente realizar una sencilla terapia de depuración tras el periodo estival, especialmente en el caso de nuestros mayores, ya que una buena alimentación les proporcionará una mejor calidad de vida.
Una dieta de depuración no significa alimentarnos peor, sino que deberemos incluir los nutrientes necesarios para mantener una dieta equilibrada a la par que ligera, por lo que esta depuración es recomendable que pueda estar supervisada, en el caso de los mayores, por su cuidador, familiar o médico. También es básico hacer ejercicio o realizar alguna actividad física, siempre en la medida de nuestras posibilidades.
En la nutrición de nuestros mayores es importante mantener unos horarios en las comidas, con el fin de crear ciertas rutinas y costumbres que favorezcan el apetito. Por ello, es conveniente comer siempre a la misma hora y no saltarse ninguna de las comidas del día, elaborar platos ligeros en grasas e introducir variedad en sus ingredientes. De este modo, las verduras y la fruta se convierten en nuestro gran aliado, ya que contienen grandes dosis de vitaminas y antioxidantes, que nos ayudarán a encontrar el equilibrio en nuestro organismo y enriquecen su dieta de manera muy notable.
No debemos olvidar la necesidad de mantener una buena hidratación, y más si cabe en este tipo de dieta. Nuestros mayores deben beber todo el liquido que podamos, ya sea a través de agua, zumos, caldos, que favorecerán la depuración y expulsión de toxinas.
Fuente: Ingesport Noticias