¿Cuidamos verdaderamente nuestra alimentación? (I)

Este artículo, por supuesto, va para las personas sedentarias o cualquiera que no está al tanto de la verdadera nutrición y que sigue, hoy en día, con los malditos mitos de alimentación que rondan por nuestras calles.

¿Quién no ha oído alguna vez de sus padres, cualquier familiar o conocido, esas frases como que «las frutas son el alimento más sano que existe y que aunque comas 20 piezas de fruta al día no engordas nada»?

Se oyen mucho, y si eres de los que no se informa por la nutrición o leen estudios actualizados, estos mitos pasarán de generación a generación.
Lo primero que hay que tener en cuenta, y que la gente no lo tiene, son las calorías. La gente cree que lo único que engorda son cualquier bollo industrial (palmeras de chocolate…), cualquier carne grasienta animal (que equivocada está la gente) y el platano (dicen que es la única fruta que engorda). Sin embargo, analicémoslo:

• Estas personas dicen que los dulces, tartas o cualquier bollo «casero», es decir, hecho a mano, NO ENGORDA. Según ellos, porque está hecho a mano y, por eso, no engorda. Es verdad que estos dulces no contienen grasas trans (las malignas), pero no les da derecho a decir que no engordan, porque casi todos tienen una cantidad de azúcar impresionante, sin contar el chocolate líquido, nata o lo que sea. Es decir, una burrada de calorías. Una auténtica bomba calórica.
• Según la sociedad, las carnes animales grasientas, como la carne de cerdo (donde, realmente, la gente se refiere a las chuletas, costillas, embutidos del cerdo…), es realmente lo perjudicial. Y no porque a la sociedad se le haya ocurrido decir eso, no. Simplemente, porque a los médicos se les ha obligado a estudiar que una buena dieta debe estar baja en grasas. Con el tiempo, se ha demostrado que no.

En resumen, si nos ponemos pesados, todo engorda. Todo tiene calorías. Engorda exactamente lo mismo 1 bocadillo de chorizo que 15 piezas de frutas (por poner un ejemplo). Porque toda la alimentación se basa en calorías, no en «si esto porque es ‘verde’ no engorda».

Cambiando de tema, hablemos de mitos cotidianos en la alimentación. Existen muchísimos y todavía están presentes en el día a día. No sólo los escuchamos de nuestras abuelas, sino de algunos «nutricionistas», sobre todo de herbolarios.

– ¿Quién no ha escuchado eso de que nos hace falta «algo» de azúcar para el día a día? El cerebro funciona con glucosa, sí. Pero el cuerpo es capaz de transformar la propia grasa y proteína en glucosa. MITO RESUELTO.

– «Una dieta hiperproteica puede ser dañino para el hígado» (Muy repartido entre los «nutricionistas» de herbolarios): No hay NINGÚN estudio que certifique tal cosa. MITO RESUELTO.

– «Una dieta alta en grasa aumenta el colesterol y podremos tener serios problemas cardiovasculares»: Se ha demostrado de que no por estudios recientes. Ahora parece que son los carbohidratos los verdaderos asesinos de nuestro corazón. MITO RESUELTO.

Y así me podría llevar años, pero quiero reservar para otros artículos.

En conclusión, llevamos una dieta mala en general. La gente no come en buenas cantidades proteína y grasa, pero no paran de añadir a su organismo azúcar y más azúcar.

Es chistoso eso que me dice la gente cuando me preguntan por mis dietas: «¿Tu ves normal comer tanta proteína? ¡Eso no es natural!». Señor/a, lo que NO es natural es comer 1 baguette entera durante el almuerzo, luego comer 2 dulces mientras tomas un café con sacarosa y tampoco es normal comer por la noche en un Mcdonalds. No, eso no es natural.