Investigación de la Universidad Estatal de San Francisco encuentra que gastar dinero en exóticas vacaciones, conciertos y sucesos similares solo para impresionar a otros, acaba con la posible felicidad de esas experiencias.
Si bien muchos conocemos de sobra la consigna popular de que “el dinero no compra la felicidad”, su incansable repetición no hace que la creamos o la apliquemos más. No es raro que haya personas que buscan satisfacer con el dinero ese deseo tan humano de ser feliz, aunque a veces con la equivocada intención de ser feliz frente a otros.
Con todo, una investigación reciente de la Universidad Estatal de San Francisco encontró que quienes utilizan su dinero para “comprar” experiencias ―viajes exóticos, conciertos, etc. ― pero solo para presumir ante los demás, acaban por esta circunstancia con la felicidad que pudiera haber en dichas actividades y sucesos.
Entrevistando a 241 voluntarios, Ryan Howell (profesor asistente de psicología en la susodicha universidad), uno de sus estudiantes, Jia Wei Zhang, y Peter Caprariello (de la Universidad de Rochester), los investigadores encontraron que las personas que destinan su dinero a experiencias como las mencionadas anteriormente porque van conforme a sus deseos, intereses y valores, manifestaron un mayor sentido de bienestar y realización, además de mayor autonomía, aptitud y conexión con otras personas, menos soledad y mayor vitalidad.
Por el contrario, quienes compraban dichas experiencia para ganarse el reconocimiento de los otros, demostraron ser menos autónomos, menos competentes y con menor sentido de la conexión interpersonal.
Howell, explica el fenómeno:
Por qué comprar es casi tan importante como qué comprar. Cuando la gente comprar experiencias de vida para impresionar a otros, esto acaba con la satisfacción que se recibe en la compra. La motivación extrínseca parece que socava cómo la compra de experiencias se adapta a sus necesidades psicológicas fundamentales.
Curiosamente el mismo estudio reveló que “la felicidad florece en las experiencias, no en las pertenencias” (como ya escribió hace poco uno de los editores de Pijama Surf), esto es, que las posesiones materiales son menos gratificantes en comparación con algo efectivamente vivido.
http://pijamasurf.com/2012/06/comprar-experiencias-de-vida-para-impresionar-a-otros-acaba-con-la-felicidad/
Fuente: wellness-uptodate