Después de una lesión y del período de recuperación, viene la fase funcional: el momento a partir del cual va a intentar recuperar la forma física.
Tal y como dijimos en un artículo relacionado con este tema, las proteínas de los músculos afectados empiezan a degradarse 24 horas después de que la articulación esté completamente inmovilizada. Por eso nunca debe volver al mismo ritmo de ejercicio una vez recuperado de una lesión, sino que debe hacerlo con una intensidad moderada.
Por ejemplo, si se acaba de recuperar de un esguince, empiece andando a paso rápido y haga footing a paso lento entre 10 y 15 minutos. Si no nota dolores al final del ejercicio, querrá decir que puede aumentar un poco la intensidad para la próxima vez.
Después de cada sesión de entrenamiento realizada durante la primera semana de recuperación, aplique hielo sobre la zona afectada, como forma de precaución. Es importante prevenir una posible reincidencia de la lesión. Tenga presente que, aunque la zona lesionada no esté dolorida ni presente otros síntomas, los tejidos puede que no se encuentren totalmente curados. De ser así, en casos de inflamación es recomendable usar un calcetín o una rodillera elástica.
Fuente: Ejercicios y Fitness