Este aparato que no es demasiado caro, nos permite perder peso, trabajar el conjunto de los músculos, y conservar una buena forma física, así como una estupenda salud. Los días se desarrollan a un ritmo frenético, y demasiado reglamentado: metro, trabajo, casa.
Al final del día, el cansancio gana terreno y uno sólo piensa en entregarse a los brazos de Morfeo antes de retomar la nueva jornada laboral que nos espera al día siguiente.
La falta de actividad física
Efectivamente, además del aspecto de quema de calorías y de otros argumentos adelgazantes, la bicicleta elíptica tiene un impacto real sobre la forma física. Una actividad física regularmente practicada conjuga muchas virtudes importantes.
Anticalorías y antiestrés
La bicicleta elíptica permite que se quemen calorías y por lo tanto que se prevenga la obesidad, pero también facilita la eliminación de la tensión nerviosa acumulada a lo largo del día, es decir el estrés, a la vez que ayuda a liberar la excitación nociva provocada por el tabaco, por ejemplo.
De hecho, facilita la conciliación del sueño de buena calidad, concretamente el sueño profundo y reparador. Y menos cansancio a lo largo del día, significa estar más en forma y menos estresado al día siguiente.
La bicicleta elíptica es una síntesis entre bicicleta estática clásica, que es bastante monótona a la hora de practicarla, y cinta de correr, que suele ocupar demasiado espacio y costar bastante dinero. Este aparato híbrido combina pues las virtudes de ambos, pero sin incorporar sus inconvenientes.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness