Análisis de dietas milagro: la dieta o método Dukan

La dieta o el método Dukan es en la actualidad uno de los método dietéticos para perder peso que cuenta con más adeptos. Los libros del doctor Dukan han sido los más vendido en las últimas semanas (se va notando la operación bikini), aunque el método ya estaba vivo desde hace más de diez años. Hoy vamos a analizar en qué consiste esta dieta y qué puntos fuertes y errores puede tener.

¿En qué consiste la dieta Dukan?

La base de la dieta es la ingesta de proteínas y la reducción de hidratos de carbono, lo que podría catalogarse como dieta hiperproteica y cetogénica, sobre todo en sus dos primeras fases. Se puede asemejar al método Montignac, aunque en el caso de Dukan en las primeras fases quedan prohibidos incluso los hidratos de bajo índice glucémico. Veamos en qué consisten las cuatro fases de la dieta:

* Primera fase o de ataque: la más radical desde el punto de vista dietético. Consiste en suprimir toda clase de hidratos de carbono y reducir al máximo las grasas, basando la dieta exclusivamente en proteínas, concretamente setenta y dos alimentos (carne, pescado, aves, mariscos, huevos y lácteos desnatados). No hay restricción de cantidad, se puede comer hasta la saciedad. Esta fase duraría de dos a siete días máximo y la intención es la de dejar los depósitos de glucógeno a cero para que el cuerpo comience a tirar de grasas, con la consecuente cetogénesis.
* Segunda fase: ya se permiten algunos hidratos de carbono, pero solo a base de verduras, que tienen hidratos de carbono complejos, por lo que las frutas seguirán vetadas. En esta fase hay una gama de cien alimentos que se pueden probar. La duración de esta fase es hasta que alcancemos el peso que pretendamos. Como todavía no hay hidratos simples básicamente la energía se obtiene quemando grasas, lo que va a permitir que se siga adelgazando (sobre un kilo por semana) de manera notable aunque no de manera tan rápida como en la fase primera.
* Tercera fase o de consolidación: se van introduciendo poco a poco los alimentos que en anteriores fases se han considerado prohibidos. La duración de la fase es variable dependiendo de cada persona, ya que por cada kilo de peso perdido esta fase dura diez días
* Cuarta fase o fase final: esta fase ya es de por vida, no hay restricciones especiales de alimentos. Simplemente se debe de hacer un día a la semana una dieta basada en proteínas (tipo primera fase). También hay que seguir tomando un suplemento de salvado de avena, algo que va a acompañar a todo el régimen.

Vemos por tanto que es una dieta secuencial donde la idea es perder de forma rápida peso en los primeros días para después ampliar la gama de alimentos pero seguir perdiendo peso para al final mantenerse. Aunque no se puede considerar en su totalidad una dieta cetogénica, si que tiene tales fundamentos en las dos primeras fases, que son en las que se va a perder mayor cantidad de peso.

Errores y carencias de la dieta Dukan

Lo más dudoso o poco saludable de la dieta son las dos primeras fases, donde se prescinde de muchos alimentos y la falta de energía, vitaminas y minerales puede suponer un problema. En estas primeras fases no hay variedad de alimentos, por tanto esto supone un problema para obtener todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.

Al estar privados de hidratos de carbono vamos tener un problema energético y es la poca capacidad que va a tener nuestro organismo de darnos energía al instante de manera abundante y rápida, digamos que vamos a tener poca potencia energética. Es por esto que la dieta va a suponer un problema para gente deportista o trabajadores activos, ya que pueden aparecer síntomas de fatiga crónica, perdida de concentración o similar.

Al haber tanta proteína y tener el cuerpo que procesar tantos aminoácidos esta dieta va a ser un gran problema para pacientes con insuficiencia renal o problemas de ácido úrico, por lo que de forma general si tenemos alguna patología metabólica se tendría que descartar la dieta.

Se puede decir que la dieta es eficaz: por supuesto. Si al cuerpo le quitas el mayor aporte energético (hidratos) lo tendrá que sacar de otro lado, en este caso la grasa. Se puede decir que es saludable: habría que analizarlo caso por caso, pero en general va a suponer un cambio drástico en la alimentación y metabolismo, algo que en muchos casos el cuerpo puede hacernos pasar factura, además de ser un método en el que si se extiende mucho en el tiempo las primeras fases vamos a tener carencias de otros nutrientes.

La mayor pega que le veo a la dieta es que no es algo personalizado, simplemente se pretenden serguir las pauta y recetas de un libro. Es el mayor problema de las dietas milagro, son estándares y no se individualiza, algo fundamental para cualquier aspecto de salud. Y sobre todo hay que pensar que para perder peso hay que cambiar de hábitos más que de dieta, sino a medio largo plazo todo va a volver a la normalidad incluso con efecto rebote.

Conclusiones

Como cualquier dieta milagro se echa de menos algún estudio científico donde se haya visto ya no solo la eficacia en pérdida de peso (que estamos de acuerdo en que la hay), sino la confirmación de que la dieta es saludable y segura. Como acuerdan muchos profesionales, si luchar contra la obesidad fuese tan sencillo ya estaría parte del problema solucionado.

Está claro que uno de los problemas de la obesidad hoy en día es, además del exceso de grasas en la dieta, el exceso de azúcares siemples. Esto ya se contempla en las actuales recomendaciones dietéticas, donde los azúcares simples no deben sobrepasar el 10% de todos los hidratos que tomamos, siendo el resto complejo o de lenta absorción. Si este consejo se siguiera en dietas más saludables los resultados también serían mejores, pero parece que si la dieta es milagro hay más predisposición a seguir las instrucciones.

Nosotros seguimos empeñados en que cambiar hábitos, comer variado y hacer actividad física es un método menos radical y más saludable, aunque se requiere de más paciencia y constancia. Obtener resultados de manera rápida es reconfortante, pero los extremos nunca son buenos. No obstante si alguien se decide a hacer la dieta es conveniente consultar al médico y llevar un control de las analíticas, por si alguno de los valores se dispara.

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