El ejercicio aeróbico es una de las mejores maneras que tenemos a nuestro alcance a la hora de quemar calorías y mantener nuestro cuerpo en plena forma. Este tipo de ejercicio lo podemos realizar en diferentes lugares. La calle es uno de los más deseados, aunque a la gran mayoría no les queda más remedio que practicar esta actividad en interior sobre una máquina a falta de tiempo o de un espacio natural cercano donde poder realizar esta actividad aeróbica. Por ello en esta ocasión vamos a repasar algunos puntos importantes a la hora de utilizar las máquinas de aeróbico del gimnasio.
En las salas de la mayoría de gimnasios existen infinidad de máquinas a nuestro alcance para realizar ejercicio aeróbico. Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en las más utilizadas que son la cinta de correr, la elíptica y la bicicleta estática. Todas ellas son un aliado para mantenernos en forma cuando no podemos salir a practicar estas actividades al aire libre. Por ello queremos dar algunos consejos para hacer que la actividad sobre ellas sea completa y adecuada.
Ante todo es necesario que antes de lanzarnos a utilizar cualquiera de estas máquinas controlemos a la perfección su uso y las diferentes funciones que tienen. Es necesario que tengamos en mente que ante todo se trata de máquinas y que por lo tanto debemos saber cómo funcionan, pues de lo contrario pueden pasarnos una mala jugada. Hay que ajustarlas a nuestras cualidades, ya que la mayoría tiene diferentes programas de velocidad y de intensidad que no son aptos para todas las personas. Lo mismo sucede con los botones. Es importante que tengamos controlados los que suben y disminuyen la intensidad para adaptarla a cada momento de la actividad.
La cinta de correr
En lo que se refiere a la cinta de correr vamos a destacar varios puntos. En primer lugar es necesario que acudamos a ella con calzado adecuado que absorba el impacto, ya que aunque sea una máquina, el soporte sobre el que corremos es duro y representa un impacto para las articulaciones de la pierna. La postura que debemos adoptar sobre la cinta de correr debe ser relaja y normal, como si estuviésemos sobre el suelo. Es cierto que la primera impresión cuando comienza a deslizarse la cinta es de desequilibrio, por eso es recomendable comenzar poco a poco agarrados a los lados de la cinta, para poco a poco, a medida que nos acostumbramos, aumentar la velocidad y correr de manera totalmente normal.
La elíptica
En cuanto a la elíptica las medidas a tener en cuenta son muchas más, ya que el movimiento que vamos a realizar no es totalmente libre, sino que está condicionado por la máquina y la trayectoria que ésta nos manda. Esto es así porque con ello amortiguamos el impacto del golpe contra el suelo, mediante un movimiento que nos mantiene moviendo las piernas todo el rato, pero que para muchos resulta un tanto complicado. Por ello es recomendable comenzar siempre poco a poco con unos minutos de calentamientos consiguiendo seguir el ritmo de la elíptica para poco a poco aumentar la intensidad y la velocidad.
Además de la zancada, la elíptica está provista de unos agarres que nos obligan a mover los brazos mientras llevamos a cabo cada zancada. Esto para muchos puede ser incómodo, ya que el movimiento que se realiza no es del todo natural. Por ello muchas veces se tiende a dar los pasos hacia atrás en vez de adelante. Es importante que controlemos el paso y lo demos hacia delante para así evitar realizar mal la actividad. Simplemente debemos realizar algunas sesiones para acostumbrarnos al movimiento y evitar sustos.
La bicicleta estática
Por último nos vamos a detener en la bicicleta estática. Esta máquina es una de las más sencillas, ya que el movimiento es el mismo que en una bicicleta convencional, solo que no nos movemos. A pesar de todo es imprescindible que regulemos bien el asiento y la reparación con el manillar para evitar que la espalda se doble demasiado y corramos el riesgo de hacernos daño en la zona lumbar al cargar gran parte de la tensión en esta zona.
Como pasa con las máquinas anteriores, es importante que nos acostumbremos previamente al movimiento, a pesar de que es el más sencillo y similar al real, es importante que poco a poco sigamos una adaptación. Eso sí, en todas debemos ser conscientes de que la intensidad y la velocidad debe adecuarse a nuestra condición física. No debemos sobrepasar los límites pues corremos el riesgo de lesionarnos.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness