¡No tiembles ante la palabra dieta!¡Actúa!
En el trabajo
1. Siéntate en fitball, ya hace tiempo que cambiamos las sillas por el fitball, y no sólo nos hemos olvidado de las molestias de espalda, ahora también tenemos unos abdominales y cuádriceps más tonificados. Si te pasas más de 8 horas en silla, aprovecha para ganar masa muscular y mantener el músculo activo.
2. Picotea cada dos horas. En Europa es casi una obligación hacer un ‘coffe-break’ en el trabajo cada dos horas para parar 5 minutos y tomarse algo en alguna habitación preparada para los empleados. La razón principal es que mejora la efectividad del trabajador al tener un pequeño descanso y le hace más productivo, aparte de fomentar las relaciones sociales evitando que se distraiga la gente mientras trabaja. Además es el momento de poder comer algo de casa, desde un yogur desnatado, un puñado de nueces, una manzana, o un bocadillo pequeño de pan integral con salmón ahumado, una buena alternativa a acabar con el estrés del trabajo y llegar a la hora de la comida con ansiedad y hambre. Si comes algo sano cada 2-3 horas, comerás mejor y controlarás tus picoteos.
3. Anda después de comer. Si comes fuera del trabajo, no vayas al más cercano, si andas un poco más no sólo encontrarás restaurantes de menú económico, sano y sabroso, también te aseguras que mueves el cuerpo un poco después de comer, activando la digestión y favoreciendo la eliminación de residuos.
4. Entrena con los compañeros. Nos pasamos más de media vida en el trabajo, nuestros compañeros pueden llegar a ser nuestros mejores amigos o enemigos, pero… ¿Por qué no también nuestros mejores compañeros de entrenamiento? Es más fácil motivarse a hacer deporte si lo haces con alguien y más si vais a correr o al gimnasio al mediodía o al salir de trabajar. Dos personas tienen más fuerza de voluntad que una, y no valen excusas para no entrenar cuando tienes el día ‘perro’ si dejas tirado al otro.
5. Apúntate a la liguilla de la empresa. Puede que no te guste el fútbol, o que te de vergüenza meter goles en propia meta, pero cualquier deporte es bueno para moverse y tienes más motivación si te apuntas a un equipo. Da igual que sea al pádel, baloncesto, carrera de las empresas, etc., Además muchas empresas tienen ayudas económicas para fomentar el deporte y poder comprar material deportivo o inscripciones para sus empleados ¡Aprovéchalas!
6. Entrena al mediodía. Muchas personas se quejan de la falta de tiempo para entrenar y no se dan cuenta de que pierden mucho tiempo en tonterías. La hora de la comida suele ser la hora más aprovechada para entrenar por las personas más ocupadas. Da igual que trabajes de 8 a 3 o de 9 a 5, o que tu horario se prolongue hasta las mil, siempre hay un hueco desde la 1.30 a las 3.30 en que puedes ir a entrenar y comer antes o después un tentempié sano, ligero y energético para mantenerte bien. Al principio cuesta y puede que te suenen las tripas y te falte energía, pero el truco está en comer dos horas antes un plátano o un yogur con frutos secos o cereales para hacer la digestión y beber agua o té para hidratarte bien.
7. Hidrátate mientras trabajas. Para conseguir una buena hidratación has de beber a lo largo del día, nada mejor que una botella de cristal para tener siempre a mano en el trabajo y poder ir bebiendo y controlando lo que bebes. También puedes hacerte infusiones energizantes con romero, tomillo, té verde o rojo para favorecer la pérdida de grasa y aumentar el estado de alerta, también prueba con infusiones relajantes para evitar el estrés con melisa, azahar, tila, o infusiones digestivas si el estrés te hincha con gases como manzanilla con anís, hinojo y cardamomo. El objetivo es beber algo natural y con un extra de antioxidantes para cargar las baterías y no picotear alimentos calóricos en el trabajo.
Trucos de ratones para no ganar peso
Te desvelamos en exclusiva unos cuantos secretos más recién salidos de los laboratorios que estudian los efectos de diferentes sustancias para evitar la obesidad, la mayoría se han hecho con ratones, pero se piensa que también funcionarán en personas. Y es que el mercado de tecnología alimentaria está revolucionado con el aumento de obesidad, la gran epidemia del siglo XXI, ya que el 50% de los europeos y el 62% de los estadounidenses tiene sobrepeso. Y no hay nada como saber que hay un gran mercado dispuesto a pagar mucho dinero a quien encuentre el secreto para comer de todo y adelgazar, para fomentar la investigación. Así que hay cada vez más estudios con extractos de alimentos que parecen reducir la grasa o disminuir el apetito. Entre los últimos estudios científicos, hechos en universidades con investigadores de prestigio hemos destacado los siguientes:
1. Extracto de melón para prevenir la obesidad en dietas ricas en grasas. Este estudio está hecho con ratones y subvencionado por la empresa Bionov de Francia que comercializa un extracto de melón conocido como Extramel. El resultado es un 29% menos de de peso corporal en ratones alimentados con dietas muy ricas en grasas, especialmente disminuye la grasa abdominal, aumenta los niveles de adiponectina, una hormona producida por las célula grasas y que regula el metabolismo. Disminuye un 41% la resistencia a insulina y regula los niveles de glucosa en sangre, También provoca una disminución del 73% de los lípidos en el hígado. El melón parece ser el milagro antigrasas, por su alto contenido en la enzima antioxidante conocida como superóxido dismutasa (SOD).
2. Vinagre para perder peso. El vinagre tiene fama de ser un alimento quema-grasas, quizás por la idea intuitiva de que al mezclar aceite con vinagre se repelen, el caso es que hay estudios que han encontrado algo de razón en esta creencia popular, al menos en ratones. Un estudio realizado en Japón encontró que el ácido acético del vinagre prevenía la acumulación de grasa y evitaba el aumento de peso al seguir una dieta rica en grasas. El vinagre actúa directamente sobre los genes (PPAR-alfa) que controlan enzimas relacionadas con la oxidación de ácidos grasos y proteínas implicadas en la termogénesis.
3. Centeno para el desayuno. El desayuno rico en fibra de centeno puede aumentar la sensación de saciedad y reducir la ingesta de alimentos a lo largo del día. Así lo dice un estudio Sueco que analizó el efecto saciante del pan y el salvado de centeno en el desayuno en comparación con el pan de trigo.
4. Aceite de semillas de granada para prevenir la obesidad. La granada es una fruta con un alto porcentaje en antioxidantes y su aceite de semillas también aporta ácido linoleico conjugado (CLA). Al alimentas a ratones con dietas altas en grasas y aceite de semillas de granada, se comprobó su efecto para prevenir la aparición de diabetes al regular la sensibilidad a la insulina y los niveles de leptina y adiponectina, implicadas en el apetito y reserva de grasas.
5. Aceite de regaliz para controlar el peso. Cuando éramos pequeños las profesoras de ballet y gimnasia nos decían que las juanolas de regaliz nos ayudaban a controlar el apetito para mantener la línea. Ahora también lo dice un estudio japonés al encontrar que el aceite rico en antioxidantes del regaliz puede aumentar la pérdida de grasa total y visceral, reduciendo el peso corporal en personas con sobrepeso. Eso sí, no tomes regaliz de golosina porque sólo aporta azúcares y no tiene los flavonoides responsables de este efecto quema-grasas.
6. Extracto de oliva extra vigen para prevenir obesidad y diabetes. El aceite de oliva es la grasa sana de la dieta mediterránea y contiene una sustancia conocida como hidroxitirosol que no sólo reduce el riesgo algunos tumores y de enfermedades cardiovasculares al controlar los niveles de lípidos en la sangre, también parece que puede estimular la función de las mitocondrias, las centrales energéticas de las células, que previene la aparición de diabetes y problemas de obesidad.
7. Extracto de pomelo para prevenir el síndrome metabólico. El pomelo tiene fama de ser una fruta anti-grasas por su alto contenido en antioxidantes como la vitamina C y la naringenina, un flavonoides que evita el aumento de colesterol, mejora la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa. En un estudio en ratones que eran alimentados con una dieta rica en grasas se comprobó que no sólo no ganaron peso sino que tampoco aparecieron síntomas de síndrome metabólico, una enfermedad con síntomas como obesidad central, hipertensión arterial y alteraciones de la glucosa y el metabolismo de la insulina.
8. Extracto de lichi para acabar con la grasa de la cintura. Esa rara fruta china parece reducir la grasa abdominal en personas con síndrome metabólico hasta un 15% y un 6% en la grasa subcutánea total.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness