La próxima vez que vayas a dar una vuelta, carga una mochila con el 20% de tu peso. En un informe del American College of Sports Medicine se determinó que así se aumenta el consumo dela grasa de los michelines en un 30%. También puedes llevar bastones de montaña. Según un informe publicado en el Journal of Strength & Conditioning Research, los bastones te obligan a dar zancadas más largas y desarrollarás más fuerza, con lo que aumentarás la producción de energía en un 67% . Aunque eso provoque más de una cara de sorpresa en el colmado de la esquina.
Quema más calorías cuando hace frío
Entrenándote en un ambiente frío activas un tipo de grasa que te ayuda a perder peso, llamada grasa marrón (no es broma). Unos científicos de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) han observado que con el frío, la grasa marrón reduce la grasa normal. Sólo con pasar un minuto a 4°C se activa el proceso. En un estudio de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) también se observó que hacer ejercicio con luz de día activa la combustión de dicha grasa.
Duerme y adelgaza
Vete a la cama para marcar abdominales más rápidamente. Un estudio realizado durante cinco años en la Universidad de Wake Forest (EE.UU.) concluyó que para reducir al mínimo el aumento de grasa abdominal, el número de horas ideal de dormir era de seis y media. Con menos, la capacidad para quemar carbohidratos disminuye. Date un margen de tres horas entre la salida del gimnasio y la hora de acostarte. El entrenamiento estimula la producción de adrenalina e interfiere con el sueño.
Un corazón para consumir grasas
La clave es alcanzar la frecuencia cardiaca. Tu frecuencia cardiaca óptima debería ser de 134 ppm. En estudios realizados en la Universidad de Colorado (EE.UU.) se ha observado que, a esta intensidad, se consume más grasa. Correr es la mejor actividad, porque quema 0,7 g de grasa por cada minuto sin detenerte, tal como se observó en un estudio de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Levantamientos explosivos
Activan tu horno de quemar grasas. Para ganarle la guerra a la grasa, únete a la resistencia, pero sé puntual. Un grupo de científicos de la Universidad Ball State (EE.UU.) han demostrado que, cuando levantas pesas, el mejor modo de combatir la grasa es acelerar la fase de levantamiento de un movimiento, completándolo en un segundo, y recuperar la posición inicial en tres.
Los ejercicios del tren inferior, como sentadillas, zancadas y elevaciones de gemelos son los más idóneos para este tipo de entrenamiento intensivo. Una vez hayas completado la última repetición, recupera tu maltrecho cuerpo con un vaso de leche. Unos investigadores de la Universidad de McMaster (Canadá) observaron que los sujetos que bebían 600ml de leche desnatada tras una sesión de pesas perdían casi el doble de grasa que los que se recuperaban con una bebida deportiva.
Pierde grasa a intervalos
Ve más despacio durante más tiempo. En un estudio de la Universidad de New South Wales (Australia) demostró que ocho segundos de entrenamiento de alta intensidad seguidos de 12 segundos de baja intensidad eran la proporción perfecta para adelgazar. Nuestro consejo: usa una máquina elíptica o una bicicleta estática. Trabaja duro durante ocho revoluciones, y luego haz 12 revoluciones al 40 o 50% de esfuerzo. Repite la secuencia 20 minutos, dos veces por semana, y en dos semanas notarás los resultados.
Come cada tres horas
Para quemar calorías, haz cinco comidas pequeñas al día. Lo aconseja un estudio de la Universidad de Toronto (Canadá): tres comidas deberían combinar proteínas y carbohidratos. Toma un huevo cocido con una tostada integral para desayunar y un bocadillo de queso caliente más tarde. Luego una ensalada de aguacate. En las dos últimas comidas, aumenta el ritmo metabólico en 81 calorías evitando los hidratos de carbono y tomando un 70% de proteínas.
Destruir el michelín
Ataca la grasa del vientre con la vitamina adecuada. Un estudio de la Universidad de Minnesota (EE.UU.) concluyó que aumentar los niveles de vitamina D ayudan a perder peso. La mayor fuente es el salmón salvaje (100 g te aporta los 25 mg de la dosis diaria recomendada). Sazona el pescado con ajo y limón y acompáñalo con una ensalada aliñada con vinagre y aceite de oliva para eliminar kilos. Eso potencia los antioxidantes, que neutralizan las sustancias químicas del cuerpo que contribuyen a un mayor control del peso. En dos semanas verás menos chicha.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness