Una de las cosas que hago todos los días sin excepción es mi rutina de abdominales. Sé que no es necesario ejercitar este músculo todos los días pero, quizás debido a factor psicológico, me viene bien hacerlos: nada más despertarme me aseo y hago mi rutina, la cual voy cambiando al combinar abdominales tradicionales, isométricos, etc.
Este verano he comenzado a salir a correr por la mañana, y se me planteaba el problema de si hacer mi rutina de abdominales antes o después de la carrera: después de experimentar un poco me di cuenta de que, al salir a correr tras hacer los abdominales se me cargaba mucho la zona lumbar. Me informé sobre el tema y llegué a la conclusión de que es mejor hacer los abdominales después de correr, pero ¿por qué?
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Bien, cuando corremos contraemos involuntariamente el core para así mantener la postura correcta: esto lo hacemos también al caminar, aunque de manera menos forzada. De esta manera, al correr cargamos la zona lumbar, que además sufre al recibir vibraciones debido al impacto contra el suelo: los lumbares, después de una sesión de running, acaban sobrecargados. La forma de destensar esta zona es trabajar el músculo antagonista, es decir, los abdominales: al contraer el músculo abdominal, los lumbares se relajan. Por esto, es recomendable añadir a los ejercicios de estiramientos unas cuantas series de abdominales, que nos ayudarán a realizar un trabajo equilibrado.
Y tú, ¿realizas tus abdominales antes o después de correr?
Fuente: Lady fitness