Yoga y embarazo: el coraje de la entrega

Hay días en que un suceso sigue a otro, sin ni siquiera una pausa para poder pensar en lo que ha sucedido ni evaluar lo que puede suceder. Y ahí estás, tomando una decisión tras otra.

Las sensaciones que aparecen son múltiples y a veces parecen contradictorias: miedo por perdida de control, alivio por no tener que controlar, certeza en las decisiones tomadas, miedo por no haber reflexionado, tranquilidad por haber hecho lo único que en ese instante era posible hacer…

Al final del día, si has intentado aferrarte al control, a seguir decidiendo tú que orden tenían que seguir los acontecimientos en lugar de observar el orden real en que se manifestaban… la sensación de cansancio será muy evidente. Sin embargo, si te dejaste superar por la intensidad, permitiste que la vida te mostrara sus planes y tú aceptaste simplemente hacer lo que sentías necesidad de hacer en la realidad que se te planteaba… la sensación será la de estar tremendamente vivo.

Esos días son una excelente preparación para el momento del parto, en ese momento, igual que en esos días, la vida toma la palabra y te pide que actúes según tus necesidades y prioridades, si permitimos que así sea, se produce un diálogo rítmico, armónico y orgánico entre todos los participan de ese nacimiento, y esto nos lleva a esa sensación de vitalidad y plenitud, de complicidad con la vida.

¿Cómo el yoga puede ayudarnos a vivir esos momentos? Hay asanas que nos despiertan esas capacidades de entrega y de coraje que son necesarias en estos momentos. Pero, además, detrás de la propia asana, está la actitud que tenemos frente a ella. Entrando en cada asana, en cada movimiento, con la mirada puesta en lo que te está sucediendo y no en lo que crees que te tiene que suceder cultivas esa forma de interacción. El intelecto va comprendiendo poco a poco que aunque haya pensado en diez posibles escenarios… muy probablemente se manifestará el once. Y, además, se da cuenta que también tiene la capacidad de moverse en ese nuevo escenario que nunca había imaginado.

Tere Puig
tere@yogamamasybebes.com

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