Las elevaciones laterales son uno de los ejercicios más completos a la hora de trabajar el deltoides cuando hacemos la rutina de hombros. Por este motivo este ejercicio suele estar incluido en casi todas las tablas de entrenamiento y en todas las rutinas destinadas a conseguir unos hombros fuertes. Pero este ejercicio no es simplemente una rutina sencilla y un movimiento repetitivo, sino que existes diferentes variaciones para trabajar de una u otra manera el hombro. Por ello queremos verlas a continuación para conocerlas a la perfección y poder llevarlas a cabo para mejorar los resultados.
Aunque nos parezca sencillo el entrenamiento del hombro no lo es en absoluto, ya que debemos incidir muy bien en cada uno de los músculos trabajados. Cuando decimos incidir es saber aislarlos a la perfección, por lo que siempre es necesario que elijamos bien el ejercicio adecuado para cada músculo que vamos a trabajar. Pero no solo el ejercicio es importante, sino que las variaciones que incorporemos en los ejercicios son muy a tener en cuenta, y por ello en esta ocasión vamos a ver algunas de las que podemos utilizar para entrenar mejor el hombro.
La dirección de los ejercicios
La dirección de los ejercicios es importante a la hora de incidir en una u otra parte del hombro. Por este motivo es importante que sepamos la que vamos a tomar a la hora de ejercitar esta parte del cuerpo para así no equivocarnos y tener un hombro bien trabajado. Si elegimos realizar el ejercicio hacia adelante lo que haremos será trabajar la parte frontal del hombro, la que está en contacto con el pectoral. Si decidimos trabajar de manera lateral estaremos trabajando la parte más externa del hombro, la zona en la que se localiza el deltoides.
En los ejercicios laterales existen algunas variaciones que debemos tener en cuenta, y es que aún realizando un movimiento lateral sencillo, podemos o no incidir más en una parte que en otra. Si las elevaciones laterales de hombro las realizamos con polea por delante de nuestro cuerpo estaremos más incidiendo en la parte frontal del deltoides, mientras que si la polea la pasamos por detrás del cuerpo, incidiremos mucho más en la zona trasera del deltoides, una parte que en muchas ocasiones nos dejamos olvidada sin darnos cuenta.
El agarre
El agarre es también importante a la hora de trabajar el hombro, ya que existen muchas maneras de elevar la carga y de conseguir unos u otros resultados. Dentro de los agarres están los horizontales propios de las barras y mancuernas. Estos agarres son cómodos y fáciles de asir para nuestra mano, con lo que nos facilitará mucho la realización del ejercicio en todo momento, pudiendo elevar la carga en su totalidad sin ningún problema tanto de manera frontal como lateral.
Otro modo de agarre es asir directamente la carga agarrando el disco con ambas manos. Esta forma de agarrar el peso es mucho más aparatosa que con el agarre horizontal de mancuernas, ya que no nos permitirá asir bien la carga y nos limita a la realización solo de elevaciones frontales y laterales con extremo cuidado. El agarre de las poleas también es una manera de trabajar los hombros. quizá este tipo de agarre es el que mejor se adapte a las necesidades de nuestro cuerpo, ya que podemos adaptar la manera de agarrar, pues la polea se adapta al recorrido natural de nuestro cuerpo en cada movimiento, haciendo que sea más fácil la ejecución del ejercicio.
La postura
La postura a la hora de realizar los ejercicios de hombro es esencial si lo que queremos es conseguir buenos resultados. Es importante antes de todo que la carga elegida sea la adecuada, ya que los músculos que componen el hombro no son demasiado grandes ni tienen mucha fuerza. Partiendo de esto debemos mantener siempre la espalda recta y no adoptar posturas de torsión en las que nos impulsemos con el resto del tronco o la espalda, ya que podemos lesionarnos en la parte lumbar o cervical muy fácilmente.
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness