No nos engañemos, por Lucía Etxebarría
Sábado por la noche. Me pillé la mano con la puerta de la cocina (soy muy propensa a los accidentes domésticos: soy sagitario y no tengo “conciencia de pericuerpo”). Me presenté sola en el hospital de Sant Pau porque mi compañero se quedaba a cuidar de mi hija. Me pasaron a la sala de espera. […]