Siempre creí , que cuanto uno más fuerza un grupo, una relación, genera una tensión interna, que se verá reflejada en algún tipo de sometimiento, derivado de una relación de poder sutil. Tarde o temprano algo se quebrará.
Por ello en cada vínculo, uno elige cada día estar allí y no estar en otro lado.
No es sencillo educar en la libertad. Ya que la libertad trae por añadidura la responsabilidad y el respeto por el individuo y su delicada integridad como sujeto. Si bien para Krishnamurti, ese yo es el que debemos aprender a suavizar, a ser espejo limpio de una atención plena de los hechos internos y externos, la verdad, es que a la hora de relacionarnos, tropezamos con la cultura y nuestros propios condicionamientos que han constreñido durante milenios , esta delicada trama de liberación.
Y por supuesto surgen las preguntas:¿ hasta qué punto debo actuar en libertad?, ¿de qué debo liberarme?,
¿cómo puedo generar en el otro esta conciencia de responsable acción ,nacida de una mente, que ya no elige, sino que vive todo lo que se le presenta, como oportunidad para su cambio interno?.
En vela , me pregunto acerca de mi vida, de cómo educar en libertad responsable a mis hijos…y lo cierto es, que debo seguir indagando, despierta ,en medio de la noche…por que suele suceder , que en el silencio, la verdad se revela con más luminosidad.
Abrazos de estrellas
Adriana
Obra: Odile Redon