Está amaneciendo, y saber que todo vuelve a iluminarse, después de la noche, crea en mi , esa serena esperanza ,para saber esperar , la dicha.
Todo es una espera. Creemos, que el hacer apasionado, nos librará de la espera, pero no, nos engañamos constantemente.
Quizás la fugacidad del tiempo, se trate de eso, de adelantar con la mente, el instante futuro, aniquilando en ese avance, la contemplación espaciosa de la espera.
Para aquellos que somos, seres de acción y trabajo, disciplina y método, toda espera, es un reto a nuestra ansiedad, por controlarlo todo. Pero en rigor de verdad, sólo la espera nos detiene, en el instante real ,para desacelerar,la velocidad de una vida ,que se consume, como humo entre los dedos y se disuelve , para no volver.
Ahora espero, para sentirme nacer.
¿En qué me convertiré en el próximo instante?.
La Escuela Taitoku los espera el próximo año a participar de sus clases y cursos presenciales y virtuales. En tu búsqueda ,está la respuesta. Caminemos juntos!.
Adriana Paoletta