Ufff, casi 2 meses sin actualizar el blog debido a la falta de tiempo, a la falta de noticias interesantes que contar y, por qué no decirlo, debido a la dejadez… Sí, es que el Facebook es mucho más práctico en este sentido… ;b
Eso sí, prometo, e intentaré no estar tan desconectado de la blogosfera y mantener más frecuentemente el blog actualizado, y más ahora que vuelven las competis!!!
Sin ir más lejos, la próxima que se avecina es toda una COMPETICIÓN: el 30 de septiembre el Challenge Barcelona-Costa del Maresme (3.8km swim + 180 kms bike + 42.2 kms run), que a su vez es también el campeonato de España de Larga Distancia y por la cual llevo entrenando específicamente estos dos meses que he andado «desconectado» del blog.
Un mes de agosto y de septiembre cargaditos de kilómetros sobre la cabra, de muchas horas de spinning, de también bastantes kms a pie (disciplina en la que me encuentro realmente fuerte este año) y, en menor medida, de entrenos en la piscina y en el mar, aunque igualmente bien aprovechados…
Y todo esto con la idea de desempeñar un buen papel en el que será mi 5º triatlón distancia Ironman y rebajar de una vez la barrera de las 10 horas, y quien sabe si aspirar a algo más…
He de reconocer que este es el año que mejor me he preparado la mágica distancia de los 226 kms y encima he disfrutado haciéndolo en casi todos los entrenos que he completado. Sin ir más lejos, y por destacar algunos, me quedo por ejemplo con los 100kms en bici de hace un par de semanas, que los completé a una media de 38 kms/h, seguidos por una buena transición a pie de 14 kms a 4’15/km o alguna de las varias tiradas largas a pie de 20 kms rodando también «cómodamente» por debajo de 4’15/km. Sí, es verdad, donde se debe demostrar todo es sobre el «terreno de juego», en nuestro caso sobre el agua y el asfalto, pero estos entrenamientos te dan un plus de motivación y moral para seguir luchando por un objetivo que cada vez está más cerca.
Ahora, metido de lleno en el famoso «tappering» (últimos días de puesta a punto previos a la competición), el gusanillo y las mariposas en el estómago empiezan a hacer sus efectos y ya comienzo a embriagarme de ambiente IM (bueno perdón, ambiente Challenge) aunque solo mentalmente. No pasa 1 minuto de mi día a día en el que no visualice algún momento de la competición, alguna sensación de carrera, ese dolor de cuádriceps a partir de la media maratón… Estas y muchísimas más sensaciones, recuerdos, vivencias son los que me empujan a estar el 30 de septiembre a las 8:45 en la linea de salida.