Esta asana es mas difícil de lo que parece, dentro de su sencillez, es la mas complicada de realizar correctamente, ya que requiere inmovilidad total. Esta posición tiene un punto muy interesante que le aporta profundidad a su practica, su nombre, Sava que significa CADÁVER.
Uno lo primero que piensa es que todos terminaremos siendo cadáveres e inmediatamente lo relacionamos con la muerte. Nos invita a reflexionar sobre la importancia desmedida que le damos al cuerpo, lo material y transitorio, a comprender nuestras acciones y reacciones sin identificarnos con ellas, simplemente observando que están ligadas al cuerpo-mente.
«Solo cuando comprendemos la muerte somos capaces de entender la vida»
Me he dado cuenta de que esta asana se repite a lo largo de una clase de yoga.
– Se adopta esta posición antes de empezar la practica para la toma de consciencia inicial.
– Se adopta esta posición entre asanas para descansar y volver al equilibrio estático después de la acción realizada con el objetivo de centrar la observación.
– Y además, esta es la posición que se utiliza para realizar la relajación al final de la clase.
En esta asana, estamos tumbados y tenemos que mantener la completa inmovilidad corporal y mental permaneciendo plenamente conscientes. La practica de esta asana nos descubre que muchas de las contracciones musculares son consecuencia de actitudes mentales y pulsiones emotivas.
Si le añades a la practica de esta asana acordarte de que significa cadáver posiblemente terminaras desarrollando ideas mas profundas sobre la muerte, la vida, el camino y la Conciencia, además de paralelamente dominar tu cuerpo y que no sea este el que te domine a ti (eso no quiere decir que tengamos que negar ni rechazar nuestra naturaleza animal que se debe de integrar al resto de naturalezas humanas….)
Cuando nos relajamos en esta posición la energía fluye y la mente se libera. Así que os animo a meditar como cadáveres y simplemente observar.
Fuente: YOGA EN BADALONA