Ambos movimientos trabajan la espalda, pero ¿qué movimiento es mejor para afectar a los dorsales inferiores?
Remo inclinado con barra
Con la excepción tal vez del peso muerto, el remo inclinado con barra es sin lugar a dudas el rey de todos los ejercicios de espalda. La clave para mantener la forma correcta en el remo inclinado es exagerar el arco en la espalda baja al tiempo que flexionáis las piernas. Esto ayudará a proteger vuestra espina de una lesión mientras que simultáneamente os colocáis en la posición más fuerte posible. Manteneos flexionados por la cintura como haríais durante un peso muerto rumano, una vez que la barra está a la altura de las espinillas (y cerca de las piernas) tiráis de la barra hacia arriba, hasta los abdominales superiores, manteniendo el pecho elevado, el trasero fuera y la espalda arqueada.
El viejo remo con barra T
Desde los días de Arnold y Franco el remo con barra T era considerado un movimiento obligado para conseguir un serio grosor en la espalda. Todo lo que necesitáis es una barra cargada por un lado y un rincón libre dónde apoyar el otro extremo y ya estáis preparados para remar. Una de las claves para el éxito en la barra T es tragarse su orgullo y cargarla con discos pequeños. La razón es que queréis disponer del mayor ángulo de recorrido posible y los discos de 20 kilos al ser más grandes tocarían el suelo y el pecho limitando el recorrido durante la serie. Si llenáis la barra con discos de 10 kilos podréis sobrecargar la espalda pero ganáis una gran cantidad de recorrido tanto en las porciones negativas como positivas de la repetición. Además, el torso debe mantenerse apenas por encima de la paralela con el suelo para hacerlo funcionar (unos 20-30 grados más alto).
Fuente: Fisicoculturismo y Fitness