Al contrario de lo que la mayoría cree, el que las venas se hinchen no tiene nada que ver con un incremento en el volumen de sangre o la presión. De hecho ambas cosas suelen decrecer cuando hacemos ejercicios.
Para poder entender por qué se hinchan las venas hagamos un mini repaso del sistema vascular. La sangre que circula por el cuerpo es bombeada por el ventrículo izquierdo del corazón. Primero entran en las arterias de alta presión, luego va hacia unas ramas más y más pequeñas de arterias llamadas arteriolas. Mientras sigue la presión disminuye debido a la resistencia de las paredes de las arteriolas. Después entra en los capilares, que proveen alimentación a las células activas. Hay millones y millones de capilares en el cuerpo humano, y son extremadamente pequeños y finos. La presión sigue descreciendo hasta que sangre completa su alimentación y comienza a volver hacia el corazón a través de las venas más pequeñas, las vénulas. Estas se van conectando a venas cada vez más amplias hasta llegar a la vena cava que se conecta al lado derecho del corazón. Para el momento en que la sangre llega a las venas más grandes la presión es muy baja, por lo que se mueve más por la actividad muscular y la respiración que por su fuerza propia.
Cuando hacemos ejercicio el ritmo cardíaco y la fuerza de contracción aumentan por lo que la sangre es rápidamente bombeada a las arterias. La presión sistólica aumenta, y el diámetro interno de las venas y vénulas se hace más estrecho, en un proceso que se llama vasoconstricción, forzando a la sangre hacia el corazón, realzando su capacidad de recibir sangre de los capilares.
Por tanto el volumen y presión de las venas decrece durante el ejercicio. ¿Entonces qué es lo que hace que se noten tanto? Está todo relacionado con el proceso que ocurre en los capilares al aumentar la presión de sangre arterial durante el ejercicio. Esto causa que el plasma que suele descansar en los pequeños capilares sea echado fuera a través de las paredes arteriales, a los compartimentos que rodean los músculos. Esto es conocido como filtración, y causa una hinchazón y endurecimiento de los músculos, algo que suele notarse cuando nos ejercitamos. Como resultado de esta hinchazón, las venas son presionadas contra la superficie de la piel, aparentando estar más hinchadas de los normal. Pero en realidad lo que ocurre es que los músculos son los que se hinchan, y aprietan tanto las venas contra la piel, que se aplastan, y parecen más grandes. En los más delgados se nota mucho más, ya que tienen menos grasa bajo la piel.
Contrario a lo que piensan muchos esto no es malo ni bueno, es sólo algo normal en nuestro sistema.
Fuente: CULTURISMO FEMENINO